La jefa de Sanidad de EE UU dimite entre críticas por la aplicación de la ley de Salud
La Casa Blanca anunciará este viernes la sustitución de Kathleen Sebelius por la responsable de la Oficina de Presupuesto, Sylvia Burwell
Kathleen Sebelius, la secretaria de Sanidad de Estados Unidos y la principal responsable de ejecutar la reforma sanitaria, el proyecto estrella del presidente Barack Obama, abandonará su cargo este viernes. Su renuncia se produce tras haberse convertido en la diana de todas las críticas sobre el mal funcionamiento de la web del mercado de seguros, uno de los pilares de la legislación de Salud. Su sustituta será Sylvia Burwell, la actual responsable de la oficina de Presupuesto y Administración.
La salida del gabinete de Sebelius, de 65 años, llega después de meses de especulaciones sobre la conveniencia de que presentara su dimisión para contrarrestar las invectivas de los republicanos y el descontento de buena parte de los ciudadanos ante los inesperados fallos técnicos del portal de mercado de seguros –la web federal donde se ofertan pólizas asequibles para facilitar el acceso a un seguro a los millones de estadounidenses sin cobertura sanitaria- y las demoras y descoordinación en la puesta en marcha de otras partes esenciales de la reforma sanitaria. La confusión, improvisación y los errores en la ejecución de la norma dieron alas a las críticas de la oposición y pusieron a la defensiva a muchos demócratas que se mostraron reticentes a apoyar una norma con fallas que podía restarles apoyos en pleno año electoral.
A los problemas técnicos se han sumado los retrasos en la entrada en vigor de otros ejes de la norma, como la obligación de los pequeños y medianos empresarios de ofrecer cobertura sanitaria a sus empleados bajo la amenaza de pagar una multa, que se ha demorado un año, debido a las quejas de los empleadores que denunciaban no estar suficientemente informados ni preparados para cumplir con la norma, y reveses en el Supremo relacionados con la provisión que obliga a las empresas a cubrir el costear tratamientos anticonceptivos a sus empleadas.
Aunque muchos de los problemas en la aplicación de la reforma sanitaria aprobada en 2010 no se han estado directamente relacionados con el Departamento de salud, Sebelius ha asumido la responsabilidad de todos los contratiempos. “Yo soy la única a la que hay que culpar por la debacle”, reconoció durante una de las múltiples audiencias ante las que ha tenido que testificar en el Congreso para explicar la deriva de la ley. Las apariciones de la secretaria tanto en el Capitolio como en los programas de televisión a los que ha acudido para defender la legislación de Salud del presidente han caldeado los ánimos en lugar de atemperarlos.
Fuentes de la Casa Blanca citadas por los medios estadounidenses aseguran que Sebelius anunció su dimisión a Obama a principios de marzo alegando que el mejor momento para dejar su puesto era coincidiendo con el 31 de ese mes, la fecha en la que se cerraba el plazo del primer periodo de suscripción de seguros. Contrariamente a lo que hacían presagiar las trabas y problemas técnicos iniciales, finalmente, 7,5 millones de estadounidenses contrataron una póliza, una cifra superior a la fijada por la Administración y que la propia Sebelius ha anunciado este mismo jueves.
Antes de unirse al equipo de Gobierno de Obama, Sebelius ocupó el puesto de gobernadora de Kansas, llegando a ser designada por la revista Time como una de las mejores gobernadoras del país. Fue, además, una de las primeras líderes demócratas en apoyar la candidatura de Obama a la Casa Blanca. Sin embargo, llegó a la cartera de Sanidad por descarte, una vez que el primer designado, Tom Daschle decidiera renunciar tras verse envuelto en un escándalo relacionado con el pago de impuestos.
Además de a poner en práctica la reforma sanitaria, a lo largo de los casi seis años que lleva en el Gobierno, Sebelius ha colaborado estrechamente con otros departamentos para desarrollar programas como la extensión de la educación preescolar y la expansión del control de antecedentes mentales entre los compradores de armas.
Su puesto será ocupado por Burwell, una veterana de la Administración Clinton que presidió el programa de desarrollo global de la Fundación de Bill Gates. La Casa Blanca considera que Burwell es una buena gestora que goza de la confianza del presidente.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.