Melba Hernández, heroína de la revolución cubana

En los orígenes de la revolución cubana hubo varias mujeres relevantes pero solo unas pocas fueron muy importantes, y sin duda una era Melba Hernández, quien asaltó el Cuartel Moncada junto a Fidel Castro el 26 de julio de 1953, ayudó a preparar el desembarco guerrillero del yate Granma y subió a la Sierra Maestra con un fusil. Solo dos mujeres participaron en la famosa acción del Moncada, que marcó el inicio de la lucha armada contra la dictadura de Fulgencio Batista, Haydeé Santamaría y Melba, por lo que era considerada una de las heroínas de la revolución. Al morir tenía 92 años, y junto a Fidel y Raúl Castro formaba parte de la generación histórica que empieza a desaparecer.

Hija única, nacida en el pueblo de Cruces, en la antigua provincia de Las Villas, Melba estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana cuando no eran muchas las mujeres que se matriculaban. Más tarde obtuvo la licenciatura en Ciencias Sociales en el mismo centro académico, que por aquel entonces era un hervidero político y donde jóvenes estudiantes como Fidel Castro se fogueaban en la lucha revolucionaria contra el gobierno corrupto de Ramón Grau San Martín, movilizaciones en las que ella también participó.

Tras el golpe de Estado de Batista, el 13 de marzo de 1952, Melba Hernández formó parte del movimiento revolucionario fundado por Castro y participó activamente en los preparativos del asalto al Moncada, el segundo cuartel en importancia del ejército batistiano, situado en Santiago de Cuba. 162 hombres y dos mujeres intervinieron en la acción, ella formaba parte de un comando que debía tomar el hospital Saturnino Lora para apoyar a los asaltantes del recinto militar. Todos fueron arrestados y torturados, y decenas de los rebeldes capturados después serían asesinados.

Melba fue condenada a 6 años de prisión en el juicio en que el líder cubano pronunció su famoso alegato La historia me absolverá. Melba salió de prisión el 20 de febrero de 1954 y desde entonces se dedicó a la lucha clandestina. Su primera misión fue editar y distribuir el discurso pronunciado por Castro ante el Tribunal, que era casi un programa de gobierno. Cuando el resto de los moncadistas fue indultado y se exiliaron en México, Hernández se reunió con ellos y ayudo a preparar la expedición del yate Granma, que partió del puerto de Tuxpan (Veracruz) en noviembre de 1956.

Mas tarde se incorporó al ejército rebelde en la Sierra Maestra, y tras el triunfo guerrillero ocupó diversos cargos y fue embajadora de Cuba en Vietnam y Camboya. Fue fundadora del partido Comunista de Cuba y miembro de su Comité Central, así como diputada de la Asamblea Nacional.