La caída de una pasarela enluta el Carnaval boliviano de Oruro
La plataforma se desplomó en un desfile en el que participaban 35.000 personas Hay cuatro muertos y decenas de heridos
El desplome de una pasarela sobre una banda de música, que recorría una céntrica avenida en la ciudad de Oruro, ha causado la muerte de cuatro personas y heridas a otras sesenta. El suceso ha enlutado a los 35.000 devotos que este sábado participaban en la entrada de Carnaval en esa ciudad altiplánica, a 230 kilómetros de La Paz.
La fastuosa entrada comenzó temprano, a las siete de la mañana. Se habían cumplido cerca de once horas de desfile de decenas de fraternidades y agrupaciones folclóricas, con miles de bailarines, cuando se produjo la caída de una pasarela en el momento en el que pasaba la banda Poopó acompañando a una fraternidad que baila la morenada.
Aún no se conocen las razones exactas por las que la pasarela ha cedido alrededor de las seis de la tarde, aunque las primeras informaciones extraoficiales de la Policía señalan como causa un posible exceso de peso por el paso más bien lento de los transeúntes.
El ministro del Interior, Carlos Romero, ha confirmado a la televisión gubernamental que perdieron la vida cuatro personas y que los sesenta heridos fueron trasladados a centros médicos en la misma ciudad de Oruro. Romero ha transmitido a los familiares de los fallecidos y a los organizadores de la cita el pesar del presidente Evo Morales por el trágico incidente que ha empañado el carnaval de Oruro.
De acuerdo a los informes preliminares divulgados por la prensa local, tres de las víctimas fatales pertenecen a la banda Poopó, que celebra en 2014 los cincuenta años de fundación. La cuarta víctima es una mujer aún no identificada que, aparentemente, se encontraba en la pasarela el momento en el que se desplomó.
La Asociación de Conjuntos Folclóricos de Oruro decidió, una hora después del accidente, reanudar el desfile pero como peregrinación y no con el despliegue de baile que caracteriza a las fraternidades.
Las imágenes transmitidas por la televisión mostraron centenares de bailarines caminando, cabizbajos, hasta el Socavón, donde se encuentra una imagen de la virgen Candelaria.
Los componentes de la banda Poopó -de brillante uniforme rojo y blanco, que poco antes cautivaron con su música alegre y lograron poner de pie a los espectadores - cambiaron totalmente el ritmo y tras un emotivo minuto de silencio, optaron por los boleros de caballería que, en Bolivia, suelen interpretarse en los funerales. Los músicos no contuvieron las lágrimas mientras trataban de llegar al final del recorrido.
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