El presidente de El Salvador anuncia una investigación contra un exmandatario
Mauricio Funes anuncia que investigará a su antecesor Francisco Flores por sus declaraciones en la Asamblea
“El pez por su boca muere” es un dicho popular que se usa para casos como el del exmandatario salvadoreño, Francisco Flores, quien por defenderse de acusaciones en una comisión especial parlamentaria que lo investiga por un posible caso de corrupción, terminó por confesar al menos seis delitos que lo podrían llevar a la cárcel, según dijo este jueves a las cámaras de televisión local, el actual presidente Mauricio Funes.
Funes exigió a la Asamblea Legislativa que entregue las grabaciones de las declaraciones de Flores a la Fiscalía General para que su titular, Luis Martínez, inicie una investigación de los delitos confesados para que el expresidente pueda ser procesado penalmente si se le comprueba que cometió algún delito.
Al expresidente Flores, quien gobernó entre 1999 y 2004, se le investiga en el parlamento después de que Mauricio Funes denunciara en octubre pasado la existencia de un Reporte de Operación Sospechosa (ROS), girado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, sobre cheques otorgados por Taiwán y a nombre de Francisco Flores, por un monto de 10 millones de dólares y cuyo destino no está determinado.
“Quizás fueron 15 ó 20 millones de dólares”, apuntó Flores ante los diputados que lo interrogaban, lo cual puso “más dudas en el caso”, porque como el exmandatario explicó, fueron fondos millonarios eran gestionados y entregados directamente, mano a mano, de parte de los entonces presidentes taiwaneses Lee Teng-hui y Chen Shui Bian.
Según Funes, en su alegato de defensa Flores “habría confesado varios delitos, algo así como una declaración extrajudicial”: cohecho, negociaciones ilícitas, actos arbitrarios, evasión de impuestos, enriquecimiento ilícito, perjurio y lavado de dinero. Funes se cuestionaba: “¿Cómo es que el entonces presidente Flores se reunía en privado con su homólogo de Taiwán, para gestionar fondos millonarios, sin que estuviera presente ni el ministro de Relaciones Exteriores ni el secretario privado de la presidencial?... De lo que se tratada era de recibir dádivas”.
Respecto al delito de lavado de dinero, la diputada Lorena Peña, del oficialista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), afirmó: “En la Ley contra el Lavado de Dinero se establece que todo monto que entra a El Salvador mayor de 10.000 dólares debe ser reportado. Pero varios millones no fueron reportados, no hay facturas, no hay recibos, no hay registros de ninguna institución”.
A Flores, considerado uno de los académicos de mayor valía para la derecha local, todos los tiros parecen estarle saliendo por la culata: sus funcionarios, como la excanciller María Eugenia Brizuela, el exsecretario privado, Aldo Parducci y su vicepresidente Carlos Quintanilla, negaron rotundamente, ante los diputados que investigan el caso, tener conocimientos de las gestiones de fondos millonarios del ex presidente Flores en Taiwán.
El colmo fue que los vecinos afectados por los terremotos en la colonia Las Colinas, para quienes Flores dijo haber gestionado ayuda, aseguraron en conferencia de prensa que “nunca recibieron dineros” de parte del entonces presidente. En los terremotos de enero y febrero de 2001, la urbanización de Las Colinas quedó sepultada por una avalancha de lodo y piedras; unas 500 personas fallecieron y unas 2.000 familias quedaron damnificadas.
Nunca en El Salvador un presidente había denunciado a su antecesor por delitos de corrupción. Esto es posible debido a la alternancia que hubo en el gobierno en 2009, cuando triunfó Mauricio Funes, catapultado por el izquierdista y ex guerrillero FMLN. Tras el fin de la guerra civil, en 1992 y hasta el triunfo de Funes, únicamente había gobernado la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena).
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