El kirchnerismo se distancia del diputado implicado en un abuso de autoridad
El principal candidato oficialista en las legislativas del 27 despide al jefe de la Dirección de Tránsito involucrado en el despido de una agente
Un vídeo rodado de forma anónima por un gendarme a un diputado de la ciudad de Buenos Aires se ha convertido en el tema central de las legislativas del 27 de octubre en Argentina. Su repercusión, sobre todo en los medios no afines al Gobierno, ha desplazado incluso a todo lo que tenga que ver con la enfermedad de la presidenta, Cristina Fernández.
En un primer momento el incidente parecía un caso antológico del género “usted-no-sabe-con-quién-está-hablando”. El diputado Juan Cabandié, nacido en el pavoroso centro de tortura de la Esma (Escuela Mecánica de la Armada), hijo de desaparecidos, apeló en mayo a su condición de víctima para evitar una multa. Tachó a la agente de “boluda”, “desubicadita” y le dijo que había intentado hacerse la “guapa” [valiente] y que él era más guapo que ella. Cabandié llamó a alguien para que a su vez le dijera a Martín Insaurralde, alcalde del municipio bonaerense de Lomas de Zamora y principal candidato kirchnerista en las legislativas, que había que aplicarle un “correctivo” a la inspectora. El incidente pasó al género de “usted-no-sabía-que-lo-estaban-grabando”, cuando el viernes pasado se difundió en Internet el vídeo con parte de la discusión. Y a partir de ahí, la bola cargada de mentiras y medias verdades fue rodando hasta la puerta del principal candidato kirchnerista y el caso desembocó en el género de “a-ver-cómo-salimos-de-ésta”.
Cabandié tachó a la agente de "boluda" y "desubicadita", y pidió un correctivo para ella
Juan Cabandié salió mal o no salió. Primero dijo que actuó mal, pero que lo hizo porque los agentes le estaban tratando de “coimear”, es decir, de sacarle dinero a cambio de no ponerle la multa. Pero en el vídeo no consta nada de eso y los propios responsables del municipio de Lomas de Zamora, donde se produjo el incidente el pasado mayo, admiten que el comportamiento de la agente fue intachable. La gente resultó llamarse Belén Mosquera, tiene 22 años y salió en todos los medios el lunes diciendo que había sido despedida en agosto, tres meses después de multar a Juan Cabandié.
El político que más tenía que perder era Martín Insaurralde, candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, el lugar donde votan el 37% de los electores del país. Insaurralde guardó silencio todo el fin de semana. El lunes, sus colaboradores salieron a la palestra diciendo que la inspectora fue despedida porque se la encontró dos veces fuera de su lugar de servicio. Como muestra de que el despido no tuvo nada que ver con Cabandié, el equipo de Insaurralde esgrimió que Mosquera en ningún momento recurrió la decisión.
Insaurralde, por su parte, alegó que en ningún momento supo nada sobre el caso. Pero varios diputados opositores llevaron tramitaron una denuncia contra Insaurralde y Cabandié por abuso de autoridad. Cabandié siguió y sigue hablando de “coimas”, mientras el equipo de Insaurralde admitió el lunes que la actitud de la agente fue “más que correcta”.
A dos semanas de las elecciones, el caso no podía caer peor en las filas kirchneristas. Los medios afines al Gobierno apenas informaron sobre el incidente. Y si lo hicieron fue para resaltar que, a pesar de que los hechos sucedieron en mayo, se hacía público ahora, justo en la recta final de la campaña.
A dos semanas de las elecciones, el caso cae mal en las filas kirchneristas
Hasta que el martes, cinco días después de que el vídeo saliera a la luz, después de que ningún ministro –y mucho menos el vicepresidente a cargo del Ejecutivo, Amado Boudou- emitiera una sola crítica sobre el comportamiento de Juan Cabandié, el alcalde de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, decidió agarrar el toro por los cuernos. Citó a la inspectora que habían despedido en agosto. Y tuvo la delicadeza de no citarla en el Ayuntamiento de Lomas de Zamora, sino en un bar próximo al edificio, para que ella no se sintiera intimidada. Ella acudió con su madre y él le ofreció la posibilidad de reincorporarla. Y allí mismo, en el bar, le dijo que despidió al director de Tránsito de Lomas de Zamora que tramitó su expulsión.
Ahora se da la paradoja siguiente: Martín Insaurralde explicó el lunes a través de su equipo que la inspectora había sido despedida por no encontrarse en dos ocasiones en su puesto de trabajo; con lo cual, el director de Tránsito no hizo más que cumplir con su deber. Pero, hoy por hoy, el director de Tránsito está despedido. Y la multa de Cabandié, aún pendiente de pago.
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