Brasil preparó en secreto la llegada de médicos cubanos a su sistema de sanidad
Un senador afirma en televisión que el Gobierno de Rousseff alistó por 18 meses el polémico plan Más Médicos
La polémica sobre la contratación de 4.000 médicos cubanos por parte del Gobierno brasileño ha vuelto a agitarse tras las declaraciones del senador y ex ministro de Sanidad del Partido de los Trabajadores (PT), Humberto Costa, según las cuales la operación se ha estado preparando desde hace un año y medio.
Dichas declaraciones, pronunciadas en el programa Entre Comillas, del canal privado de noticias Globo News, en el que participó también Emanuel Fortes, vicepresidente del Consejo Federal de Medicina - acérrimo opositor al proyecto - parecen desmentir lo dicho por el actual ministro de Sanidad, Alexandre Padilha, quien afirmó en su día que la preferencia para contratar médicos se concentraría en españoles y portugueses.
“El Gobierno preparó el programa [para contratar médicos cubanos] desde hace año y medio. Buena parte de esos médicos ya trabajaba en países de lengua portuguesa y no tienen dificultades con el idioma”, afirmó el exministro. “A lo largo de ese año y medio ellos han recibido una preparación para obtener conocimiento del sistema de sanidad en Brasil y las enfermedades que existen aquí”.
La pregunta es por qué se dijo que no llegarían médicos cubanos cuando se estaba preparando su llegada en secreto, y por qué el Gobierno no consultó un tema tan delicado con las Asociaciones Médicas de Brasil, que hoy están en pie de guerra contra las contrataciones y que hasta han acudido al Supremo al considerarlas inconstitucionales.
El programa Más médicos, lanzado por el Gobierno para reclutar dentro y fuera del país 15.000 doctores que atiendan a una población de 11 millones de personas, fue aprobado con carácter de urgencia sin un debate previo con la sociedad y con los profesionales de la sanidad.
Los ánimos están divididos. Hay quienes defienden que mejor médicos cubanos “sin reválida” que dejar sin atención médica a cientos de poblaciones pobres de Brasil donde no quieren ir a trabajar los médicos brasileños, que acusan a las autoridades del país de no ofrecer las infraestructuras mínimas necesarias para un médico profesional.
Otros acusan al Gobierno de oportunismo electoral. La calle pidió en las manifestaciones de junio pasado una atención médica digna para todos los ciudadanos y criticó las deficiencias de la sanidad pública. En las calles se pedían hospitales “tipo Fifa” refiriéndose a los estadios modernos y millonarios creados para el Mundial de 2014. El Gobierno habría creado deprisa y corriendo el programa para ganarse a las poblaciones más pobres del país.
Sin embargo, si las afirmaciones del senador Costa resultasen verdaderas, la acusación de que la decisión se tomó para apoyar la candidatura de Dilma Rousseff a las presidenciales del año próximo caería por tierra. La contratación de médicos extranjeros, sobre todo cubanos, habría sido planeada más de un año antes de las protestas callejeras y de la caída de popularidad de la mandataria.
La polémica, sin embargo, sigue en pie. El programa Más Médicos tiene la oposición de los profesionales del sector por, consideran, crear dos categorías de trabajadores: los que recibirán su sueldo directamente y los que, como los cubanos, lo harían sólo a través del Gobierno dictatorial cubano, que recibiría íntegro el salario mensual de los 4.000 médicos que trabajarán en Brasil.
José Augusto Messias, catedrático de Medicina de la Universidad Estatal de Río de Janeiro y miembro de la Academia de Medicina de Brasil, conoce muy bien cómo funciona la medicina básica de Cuba y ha resumido la polémica para este diario: “En toda esa pelea un tema ha desaparecido: las necesidades reales de salud para la población. Nada de eso se está viendo ni oyendo. No es posible un sistema de sanidad para ricos y otro para pobres. Infelizmente, se está con un ojo en 2014 [el año de las elecciones presidenciales] y otro atado a un viejo sistema corporativo”.
Los supervisores brasileños, responsables de los errores
El Consejo Federal de Medicina ha emitido este lunes un comunicado en el que informa de 0que los supervisores brasileños, en los diferentes distritos regionales, serán responsables por los posibles errores cometidos por los médicos extranjeros en su actividad profesional. De negarse a ejercer dicha responsabilidad podrán sufrir procesos administrativos.
De esa forma, el Ministerio de la Sanidad ha querido zanjar las críticas acerca de la responsabilidad de posibles fallos cometidos en el ejercicio de su profesión por parte de los médicos extranjeros a los que no se les ha dispensado de hacer el examen de reválida.
Los secretarios municipales de sanidad que tuvieran dudas sobre la actuación de dichos médicos extranjeros podrán llamar al Disco Sanidad (teléfono 136), o enviar un mensaje al link Fale Conosco del site www,maismedicos.saude.gov.br
El ministro de Sanidad, Alexandre Padilha, ha salido también al quite de las críticas que hicieron algunas entidades médicas sobre el peligro de que médicos extranjeros cuiden a enfermos cuya lengua desconocen.
Durante una ceremonia en Brasilia, Padilha les dijo: “No se avergüencen de no hablar portugués”, y les contó una experiencia personal como médico: “Yo ya atendí a varias comunidades indígenas sin hablar su lengua. Muchos de mis colegas también volvieron sin saber ni una palabra de las lenguas indígenas, pero salvé vidas. Ellos salvaron vidas”, dijo el ministro y añadió: “De no haber estado allí, muchas vidas habrían dejado de salvarse”.
Los médicos llegados de España, Argentina, Uruguay, Portugal y Cuba que recibirán cursos durante quince días serán examinados por profesores de instituciones públicas y a los considerados aptos recibirán un registro profesional provisional para comenzar a trabajar a partir del 16 de septiembre. Durante ese examen, a pesar de lo afirmado por el ministro, será considerado también el grado de conocimiento de la lengua portuguesa.
Los médicos destinados a las zonas indígenas recibirán además cursos acerca de la cultura específica de las poblaciones amazónicas.
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