Siete muertos y más de 200 heridos en una noche de enfrentamientos en El Cairo
Los islamistas trataron de cortar varias vías cruciales para el tráfico de la capital egipcia Los disturbios coinciden con la visita de un subsecretario de Estado de EE UU
Siete personas fallecieron y al menos 261 resultaron heridas la noche del lunes en El Cairo en enfrentamientos entre partidarios del presidente Mohamed Morsi y la policía, según un portavoz de los servicios de emergencia. Los islamistas trataron de cortar varias vías en la capital egipcia, entre ellas el puente 6 de octubre, ante lo cual los agentes cargaron con gas lacrimógeno, primero, y abriendo fuego posteriormente, inicialmente con perdigones, según la versión policial.
Al menos 401 personas fueron arrestadas durante los disturbios, según informa la agencia oficial de noticias Mena. "Estas son protestas que comienzan de forma pacífica. El Ejército o la policía cargan y abren fuego y luego arrestan a aquellos a los que han agredido", opina Mohamed Gharib Abdel Aziz, un abogado de los Hermanos Musulmanes que representa a islamistas arrestados en jornadas recientes, tras el golpe de Estado.
Los incidentes más graves ocurrieron en la plaza Ramses, en el centro de El Cairo, junto al puente 6 de octubre. Cientos de islamistas lanzaron allí rocas y bombas incendiarias, y trataron de erigir una barricada para cortar el tráfico en una de las arterias más transitadas de la capital egipcia. Dos personas fallecieron allí. Hubo choques también en el distrito de Giza, donde murieron cinco personas. Los partidarios de Morsi han acampado allí, en las inmediaciones de la universidad de El Cairo.
Según Khaled el Khatib, jefe del servicio de emergencias del ministerio de Sanidad, 124 personas seguían ingresadas en diversos centros hospitalarios esta mañana, tras los enfrentamientos. La policía reabrió el tráfico junto a Ramses en las primeras horas de la mañana. Diversos partidarios de Morsi se han refugiado en la mezquita de Fateh, en las inmediaciones de la plaza, del mismo modo en que muchos otros se han asentado en la mezquita de Raba al Adawiya, en el distrito de Ciudad Nasser.
Los Hermanos Musulmanes han anunciado que mantendrán actos de protesta como estos, contra el golpe de Estado del 3 de julio, en las calles de El Cairo, en una gran campaña de desobediencia civil que ellos defienden que es pacífica. En una marcha ante el cuartel de la Guardia Republicana, el 8 de julio, murieron 55 personas cuando el Ejército y la policía abrieron fuego contra una multitud de manifestantes islamistas durante la hora del rezo.
El portavoz de la hermandad, Gehad el Haddad, dijo que los policías emplearon sus armas de fuego contra los manifestantes en Ramses, alcanzando a los fallecidos en la cabeza y el pecho. “Cuanto más siga estrangulando el régimen del golpe militar la voluntad de la ciudadanía, más gente saldrá a las calles a desafiarle sin miedo”, dijo. De momento son miles los acampados en Ciudad Nasser. Los islamistas quieren ampliar sus protestas a más zonas de la capital, para evitar que se les recluya en aquel distrito y se deje de oír su voz a medida que el Gobierno interino se va consolidando.
Los nuevos enfrentamientos coincidieron con la visita del subsecretario de Estado norteamericano William Burns, que acudió a El Cairo el lunes para reunirse con los líderes del nuevo gobierno y con el comandante Abdel Fatah al Sisi, artífice del golpe. Burns dijo que Estados Unidos “no impondrá ningún modelo sobre Egipto” y pidió contención a las fuerzas armadas. La hermandad rechazó la visita. “O bien EE UU es cómplice en la planificación y ejecución del golpe militar o a acabado aceptándolo”, dijo en un comunicado.
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