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Los países latinoamericanos reaccionan a su manera ante el espionaje de EE UU

Ante el espionaje llevado a cabo por Estados Unidos, los gobiernos de América Latina muestran su descontento y piden explicaciones

Alejandro Rebossio
La presidenta de Argentina, Cristina Fernandez en Tucumán
La presidenta de Argentina, Cristina Fernandez en Tucumán-- (EFE)

EE UU, a través de sus agencias Central de Inteligencia (CIA, según sus siglas en inglés) y Nacional de Seguridad (NSA, según sus siglas en inglés), espiaba las llamadas telefónicas, los correos electrónicos y las comunicaciones de voz por Internet no solo de Brasil sino también de otros 13 países latinoamericanos, según publicó este martes el periódico O Globo. Algunos gobiernos reaccionaron con indignación ante las nuevas revelaciones filtradas por el excontratista de la inteligencia estadounidense Edward Snowden, que permanece oculto en el aeropuerto de Moscú mientras espera que algún país le posibilite su asilo y evite su arresto por parte del Gobierno de Barack Obama. Otros países guardaron silencio o apenas se manifestaron.

O Globo, en colaboración con The Guardian, informó que el espionaje de EE UU en Latinoamérica había estado centrado este año en Brasil, México y Colombia. Además, no solo perseguía datos sobre cuestiones de seguridad sino también de política y economía. Por ejemplo, en México filtraba las comunicaciones que contenían las palabras “energía” y “narcóticos”; más al sur buscaba información sobre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la guerrilla que se encuentra en pleno diálogo de paz con el Gobierno de Juan Manuel Santos; en Venezuela rastreaba el término “petróleo” y datos sobre la agonía y la muerte del expresidente Hugo Chávez (1999-2013), periodo en el que también fue sometida a escuchas Argentina. Además fueron espiados Ecuador, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Paraguay, Chile, Perú y El Salvador.

La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, anticipó este martes en Tucumán, en un acto por la declaración de la independencia de su país (1816), que en la cumbre de Mercosur de este viernes en Montevideo el bloque adoptará “un fuerte pronunciamiento y pedido de explicaciones ante estas revelaciones que, en realidad, más que revelaciones son confirmaciones que teníamos de lo que estaba pasando”. El presidente de Uruguay, José Mujica, espera recibir a Fernández, a la brasileña Dilma Rousseff, al venezolano Nicolás Maduro y al boliviano Evo Morales, cuyo país es candidato a sumarse al bloque. Paraguay sigue suspendido en la unión aduanera hasta el 12 de agosto, cuando asuma la presidencia el vencedor de las últimas elecciones, Horacio Cartes, y se normalice la situación institucional de este país tras la polémica destitución del Gobierno de Fernando Lugo en 2012. “Me corre frío por la espalda cuando nos enteramos de que nos están espiando a todos a través de sus servicios de informaciones en Brasil", dijo Fernández. O Globo informó que el espionaje estaba asentado en Brasilia, Caracas, Bogotá y las ciudades de Panamá y México. “Estas revelaciones son en realidad confirmaciones de lo que está pasando frente a esta nueva configuración mundial en que las potencias quieren dominar las materias primas, como las que tiene América Latina”, planteó Fernández ante una multitud.

México, en cambio, prefirió reaccionar mediante un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores. "Como resultado de la información publicada el día de hoy (en referencia al martes), el Gobierno mexicano reiteró al Gobierno de EE UU, por los canales diplomáticos, su exigencia de información amplia sobre el asunto”, dijo la cartera de Exteriores del Ejecutivo de Enrique Peña Nieto. "Las relaciones entre países se conducen con respeto y apego al marco legal, y (el Gobierno mexicano) condena enérgicamente cualquier desviación de esta práctica”, añadió el comunicado, mientras una comisión del Congreso de este país acordaba pedirle a Peña que exigiera a EE UU "explicaciones precisas y urgentes".

Colombia siguió los pasos de México. “El Gobierno nacional registra con preocupación la información de algunos medios de prensa internacionales sobre la existencia de un programa de recopilación no autorizada de datos y de interceptación de comunicaciones personales en Colombia”, expresó en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano. “Al rechazar los actos de espionaje violatorios del derecho a la intimidad de las personas, y de las convenciones internacionales en materia de telecomunicaciones, Colombia solicitará al Gobierno de EE UU, por intermedio de su embajador en Colombia, las explicaciones que correspondan”, añadió el ministerio.

El presidente de Perú, Ollanta Humala, dijo que está “en contra de este tipo de actividades de espionaje", pero sugirió que fuera el Poder Legislativo el que indagase. "Estaría bien que el Congreso de Perú investigase estas cuestiones acerca de la información de las personas. Debe cuidarse nuestra vida personal", agregó Humala.

En Ecuador, donde el presidente Rafael Correa se encuentra de vacaciones, el vicepresidente Jorge Glas pidió a EE UU que explicara públicamente el espionaje. "Tiene que haber transparencia. Tienen que respetarse las normas internacionales que protegen el derecho a la intimidad de las telecomunicaciones que, evidentemente, han sido vulneradas. Son evidentes las interceptaciones de correos electrónicos de autoridades en este gobierno. Esto es inaceptable y se requieren explicaciones y correctivos al más alto nivel", añadió el vicepresidente del país que mantiene asilado en su embajada en Londres al australiano Julian Assange, el periodista que difundió los cables del Departamento de Estado de EE UU en el sitio WikiLeaks. Pero no ha sido Ecuador sino Venezuela, Nicaragua y Bolivia los países que han ofrecido refugio a Snowden, en una reacción a la decisión de EE UU y aliados europeos de obligar a Morales a desviar su vuelo Moscú-La Paz a Viena porque el Gobierno de Obama sospechaba de la presencia del exespía en el avión.

Los Gobiernos de Maduro y Morales aún no han reaccionado a las revelaciones de espionaje contra sus países, pero sí lo ha hecho el de Daniel Ortega. En Washington, el embajador nicaragüense ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Denis Moncada, dijo que "el sistema de espionaje global de EE UU es delictivo, ofensivo y, por consiguiente, debe ser rechazado internacionalmente".

La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, solo comentó que la situación la ha incomodado y hasta se mostró algo comprensiva con EE UU. “A mí, como ciudadana de una democracia desarmada como es Costa Rica, me incomodan esas cosas: no me gustan. Yo esperaría que Costa Rica nunca sea objeto de este tipo de actos terroristas en la magnitud en que lo han tenido algunas naciones. Entendemos el trabajo que eso generó y la necesidad de levantar medidas de protección de la nación, pero me parece que también prevalece el derecho de otras naciones de también garantizar la protección a la privacidad de las comunicaciones de los ciudadanos”, comentó Chinchilla. De todos modos, el ministro de Comunicación costarricense, Carlos Roverssi, dijo que su gobierno investigará la información de O Globo: “Si bien no vemos algún elemento que pueda involucrar a Costa Rica, aunque se haya mencionado".

En El Salvador, el presidente de la Asamblea Legislativa, Sigfrido Reyes, del gubernamental Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), fustigó a EE UU. "No me cabe ninguna duda que El Salvador ha sido espiado y que de esa manera se violenta la soberanía nacional. Yo creo que este tipo de situaciones demanda el pronunciamiento de los congresos latinoamericanos para que nos den una explicación oficial sobre lo que han hecho", opinó Reyes. El Gobierno de Mauricio Funes no ha emitido aún una opinión sobre el espionaje de EE UU, como tampoco lo han hecho los de Panamá, Honduras, Paraguay y Chile. El de Brasil había sido el primero en protestar ante el embajador de EE UU en Brasilia, inició una investigación y pedirá que el asunto se debata en Naciones Unidas.

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