Dimite en Portugal un ministro acusado de fraude en su carrera universitaria

El ministro portugués de Asuntos Parlamentarios, Miguel Relvas, uno de los miembros del Gobierno más poderosos por su cercanía al primer ministro, el conservador Pedro Passos Coelho, y también el más criticado y el más polémico por protagonizar varios escándalos mediáticos, ha presentado esta tarde su dimisión. Lo ha hecho a través de la lectura de una declaración en la que no admitió preguntas y en la que afirmó que deja el cargo porque ya no cuenta con “condiciones anímicas para continuar”. También citó a su familia y lamentó muchas de las críticas que se han vertido sobre él.

Es decir: motivos personales. La oposición (Partido Socialista portugués, Bloque de Izquierda y Partido Comunista portugués) se apresuró a pedir explicaciones más palpables y a denunciar que el ministro se cuida de apartarse del cargo, entre otras cosas, porque existe un informe que obra en manos del Ministro de Educación que certifica la fraudulenta obtención por parte de Relvas de la carrera de Ciencias Políticas. El semanario Expresso, en su edición digital, informaba hoy de la existencia de ese informe. La licenciatura del ya ex ministro es ciertamente un excepcional caso de rapidez meteórica: en septiembre de 2006, cuando ya era un dirigente notable del PSD y había sido concejal y secretario de Estado, entre otras cosas, Relvas, que hasta ese momento sólo había cursado primero de Derecho, logró acabar la carrera en un año y medio. El centro universitario le convalidó, en función de los cargos que había ocupado en sus 26 años de carrera política, 32 asignaturas. Así, sólo tuvo que examinarse de cuatro para poder poner en su currículum de ministro, en 2011, que era licenciado universitario. La prensa y la oposición le han acusado de burlarse del sistema universitario portugués y, a la Universidad Lusófona, simplemente, de fraude.

Relvas, además, fue también protagonista de una turbia historia que sacudió el panorama político-mediático portugués: fue acusado de amenazar a una periodista del diario Público con colgar en internet datos de la vida privada si ésta, por su parte, no dejaba a su vez de publicar informaciones sobre su oscura relación con el cuestionado superespía portugués por excelencia, Jorge Silva Carvalho, ex director del Servicio de Informaciones Estratégicas de Defensa (SIED).

Todo esto se sabía desde hacía meses. También que Relvas era el ministro más cuestionado y más fragilizado. Así que los medios portugueses se hacen la misma pregunta: ¿Por qué precisamente ahora? ¿Sólo por la inminencia de la publicación del informe sobre su polémica carrera? Algunos de estos medios aseguran que la decisión del Tribunal Constitucional portugués sobre si avala o no el presupuesto en vigor, que en teoría se producirá mañana, puede acarrear, además de una bomba política y económica para el país, un recambio general del Gobierno (de hecho, Passos Coelho ha convocado un consejo de ministros extraordinario el sábado) y que Relvas, consciente de su inestable situación, ha pedido adelantarse en solitario y salir con cierta deferencia.