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Bachelet lanza su campaña presidencial y promete grandes reformas en Chile

La expresidente socialista rompe su silencio con un amplio diagnóstico de los cambios que sufrió el país en sus 30 meses de ausencia

Foto: reuters_live | Vídeo: REUTERS/LIVE
Rocío Montes

Doce horas después de regresar a Chile, tras 30 meses radicada en Nueva York, la expresidenta Michelle Bachelet ha roto su silencio autoimpuesto y, en un discurso de 20 minutos, ha despejado la incógnita sobre su repostulación a La Moneda: “Con alegría, determinación y mucha humildad, he tomado la decisión de ser candidata”, ha señalado la exdirectora de ONU Mujeres al participar en una actividad cultural de la localidad de El Bosque, una zona popular de la capital chilena.

El anuncio no fue sorpresivo: hace meses el tablero político chileno contemplaba la llegada de Bachelet y su repostulación. El discurso, sin embargo, ha tenido un nivel de profundidad que no coincidía con su estrategia de guardar silencio y ganar tiempo, considerando que corre con ventaja la carrera presidencial: el 54% tiene decidido a darle su voto en las elecciones de noviembre, de acuerdo a la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP).

Bachelet ha hecho un diagnóstico acabado sobre los cambios que ha vivido Chile desde que dejó el Gobierno en 2010 y, por primera vez, ha abordado la indignación, que se expresó en las movilizaciones estudiantiles de 2011: “Sabemos que hay un malestar ciudadano bastante transversal. Lo hemos visto en los estudiantes, en su movilización por una educación gratuita y de calidad. Lo hemos visto también una clase media que se siente excluida y desprotegida (…) Chile ha cambiado y es hoy, un país más activo y con mayor conciencia de sus derechos. Es un país cuyas personas están cansadas de los abusos de poder y de que sus necesidades no sean tomadas en cuenta”.

La socialista ha atribuido el malestar a “la enorme desigualdad” y, según se ha podido confirmar con sus palabras, la superación de esas brechas será el núcleo de su propuesta programática para llegar a ser Gobierno. La médico piensa que está comenzando “un nuevo ciclo político, económico y social” y ha llamado a realizar reestructuraciones sustanciales: “Durante mucho tiempo nos dedicamos a hacer ajustes y cambios al modelo. Algunos han sido buenos. Pero otros insuficientes. Tenemos que llevar a cabo reformas más profundas si de verdad queremos derrotar la desigualdad en nuestro país”.

Bachelet ha señalado que para llegar a La Moneda es necesario “convocar una nueva mayoría política y social”

La intervención de Bachelet, que ha sido trasmitida en directo por los principales medios de comunicación, se ha realizado en un auditorio pequeño de un centro cultural, sin la presencia de figuras de centroizquierda y con un público de unas 300 personas, en su mayoría mujeres y líderes sociales. La puesta en escena, cuidadosamente trabajada por un pequeño grupo de asesores, ha entregado las primeras luces sobre lo que será la campaña: apostará por los rostros ciudadanos y trabajará con autonomía respecto de los partidos de su conglomerado, la Concertación.

La expresidenta, que se ha dado tiempo para entonar el himno nacional y lanzar bromas improvisadas, ha contestado la principal incógnita de la política local: ¿a qué viene Bachelet a Chile? La ex jefa de Estado no quiere abusos de parte de las empresas, cambios unilaterales de planes de salud ni diferencias de remuneraciones entre hombres y mujeres. Bachelet también ha prometido hacerse cargo de los derechos sexuales y reproductivos de la población, superar la brecha educacional y darle soluciones a la clase media cada vez más afectada por altos pagos en educación, vivienda y salud. La socialista también ha señalado que es urgente mejorar las condiciones de vida de los pueblos originarios. “Debemos combatir la desigualdad con decisión. Esa debe ser, a todo nivel, nuestra prioridad”, ha señalado.

Bachelet ha evitado la confrontación directa con el Gobierno de Sebastián Piñera y ha reconocido que el país ha tenido mejoras sociales y progreso económico desde el retorno a la democracia en 1990. Pero ha hecho hincapié en los matices: “Es muy cierto que el crecimiento produce empleo, mejoras en los ingresos y dinamismo en la economía. Pero también es cierto que no hay crecimiento real si no es inclusivo, si la riqueza del país no llega a todos sus habitantes”.

La antigua gobernante ha confesado felicidad por estar nuevamente en su patria, ha agradecido el apoyo y cariño de los ciudadanos y de su familia, ha hablado de un desafío personal y colectivo e instaló los cambios que ha vivido Chile en el contexto de las transformaciones que observó a nivel internacional como líder de ONU Mujeres: “He recorrido un mundo convulsionado, incómodo y molesto por una globalización que no ha sido beneficiosa para todos y que ha profundizado las brechas de desigualdad. Pero también he sido testigo del coraje, la perseverancia y la esperanza de cambios profundos, especialmente entre las mujeres del mundo árabe”.

Bachelet ha señalado que para llegar a La Moneda es necesario “convocar una nueva mayoría política y social”. La socialista sabe que, para lograr un segundo período, es necesario ampliar el apoyo de la Concertación y sumar nuevas fuerzas sociales y políticas, como el Partido Comunista.

En su intervención, interrumpida en varias ocasiones con gritos de “Se siente, se siente, Bachelet presidente”, también se ha hecho cargo de las transformaciones que ni ella ni la Concertación realizaron en veinte años en el poder y que tienen a la centroizquierda con un nivel de popularidad del 22%: “Es justo señalar que hubo cosas que no hicimos del todo bien y reformas que quedaron sin hacer”, dijo la ex jefa de Estado.

Antes de salir del recinto, rodeada de gente, ha formalizado su compromiso de medirse en primarias con los otros tres candidatos de la oposición el 30 de junio y ha prometido una propuesta programática con alta participación social: “Yo no voy a ofrecer un programa hecho entre cuatro paredes. Voy a promover diálogos y encuentros para que el programa de esta campaña tenga el sello de nuestra ciudadanía”.

El lunes comenzará sus actividades oficiales como candidata y, en abril, arrancará una gira por diversas ciudades de Chile para sostener reuniones con líderes sociales.

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Sobre la firma

Rocío Montes
Es jefa de información de EL PAÍS en Chile. Empezó a trabajar en 2011 como corresponsal en Santiago. Especializada en información política, es coautora del libro 'La historia oculta de la década socialista', sobre los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. La Academia Chilena de la Lengua la ha premiado por su buen uso del castellano.

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