Berezovsky podría ser enterrado en Rusia si lo solicitan sus familiares
Pocas horas antes de su muerte el oligarca ruso afirmó haber perdido el sentido de la vida y querer regresar a Rusia
Boris Berezovsky, el oligarca ruso fallecido en el exilio en el Reino Unido, podría ser enterrado en su país natal, si así lo solicitan sus familiares, según dijo Dmitri Peskov, el secretario de Prensa del presidente Vladímir Putin, en respuesta a preguntas sobre esta eventualidad. Berezovsky, que contribuyó al encumbramiento y elección de Vladímir Putin en 2000, huyó de Rusia aquel año a causa de sus conflictos con el presidente, cuando este quiso tomar las riendas del poder. El oligarca, gran maestro en el arte de la intriga, había llegado a ser vicesecretario del Consejo de Seguridad de Rusia y se jactaba de ser el verdadero hombre fuerte entre bastidores en la segunda mitad de la década de los noventa, siendo presidente Borís Yeltsin.
Peskov se refirió a la carta que, según él, Berezovsky había enviado a Putin hace “un par de meses” y en la cual, dijo, reconocía sus errores, pedía perdón y expresaba su deseo de regresar a Rusia. El funcionario calificó la misiva de “privada” y afirmó que no sabía si Putin querría “revelar el texto íntegro” de la misma. En febrero de 2012, medios de comunicación rusos, entre ellos el periódico Kommersant, citaron un comentario publicado en la página de Facebook de Berezovsky para afirmar que el oligarca había pedido perdón a los rusos por haber encumbrado al poder a Vladímir Putin y por no haber sabido prever que se convertiría en un “tirano” y un “usurpador”.
En noviembre de 2012, Berezovsky intentó que la emisora El Eco de Moscú emitiera una carta de arrepentimiento en la que decía haberse replanteado muchas cosas, haber reflexionado y querer volver a Rusia, según Alexéi Venedíktov, el director de la emisora. Venedíktov dijo que había rechazado el mensaje de Berezovsky por considerarlo “una payasada”. En Moscú y en ausencia, Berezovsky fue juzgado por estafas y robo en los negocios que poseía en Aeroflot (las líneas aéreas rusas) y Avtovaz (una importante fábrica de producción de automóviles). En aquellos juicios, Berezovsky fue condenado a penas de seis y 13 años de prisión, que le hubieran amenazado en caso de volver sin una amnistía previa.
Según Peskov, las declaraciones de Berezovsky tenían frecuentemente un carácter negativo y de las mismas se puede concluir que era un oponente de Putin “no sólo en el plano político, sino en otros”, señala la agencia Itar-Tass. El populista Vladímir Zhirinovski, líder del partido Liberal Democrático, dijo haberse entrevistado con Berezovsky en la costa del mar Rojo, donde coincidió con el exoligarca el pasado enero durante las vacaciones de Año Nuevo. Según Zhirinovski, Berezovski estaba dispuesto a aceptar cualquier condición para volver y, como baza, ofrecía el “cerrar” el caso por el asesinato del exagente de los servicios de seguridad rusos, Alexander Litvinenko, que fue víctima del polonio y que pertenecía al círculo de Berezovsky en el exilio. En la muerte de Litvinenko, las autoridades británicas implican a Andréi Lugovoi, que goza de inmunidad como diputado del partido de Zhirinovski en la Duma. Según Zhirinovski, Berezovsky le dio la impresión de estar abatido y le confesó que eran tales sus deseos de volver a Rusia que “casi se echaba a llorar”, cada vez que miraba los canales de la televisión rusa.
El politólogo Stanislav Belkovski, que afirma haber tratado a Berezovsky en el exilio, ha dicho que “Putin sabe y recuerda el papel que Berezovsky desempeñó en su ascenso” y opinó que Berezovsky estaba “psicológicamente desequilibrado”. Berezovsky, dijo, puede ser enterrado en Rusia si Putin muestra magnanimidad, ya que “las diferencias entre estas personas son algo exageradas”. Por su parte, el exalcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, manifestó que Berezovsky debe ser enterrado en Rusia.
En la entrevista publicada por Forbes, realizada pocas horas antes de su muerte, según la revista, Berezovski afirma haber perdido el sentido de la vida y querer regresar a Rusia. No hay prueba documental de sus declaraciones, ya que Berezovsky no permitió que el periodista grabara la conversación.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.