Karzai tensa al máximo la relación entre Afganistán y EE UU
El secretario de Defensa, Chuck Hagel, de visita en el país, desmiente las declaraciones del presidente afgano
Las últimas declaraciones del presidente afgano, Hamid Karzai, en las que acusa a los talibanes de estar “al servicio de EE UU”, han puesto a prueba la endeble relación que existe entre ambos países. Karzai pronunció esas palabras este domingo durante la visita del secretario de Defensa, Chuck Hagel, a Afganistán para negociar, entre otras cosas, un acuerdo que establezca la presencia militar de EE UU en el país cuando se produzca la retirada definitiva de las tropas americanas en 2014. Hagel trató de rebajar la tensión asegurando que EE UU no estaba manteniendo un diálogo paralelo con los talibanes al margen de Kabul.
Las explosiones de ayer en Kabul y Khost son una muestra de que los talibanes están al servicio de América. Con ellos tratan de asustarnos, haciéndonos creer que si los extranjeros abandonan Afganistán, nos tendremos que preparar para este tipo de atentados" Hamid Karzai
En un discurso televisado antes de reunirse para cenar con Hagel, Karzai aseguró que “los talibanes mantienen contactos diarios con EE UU” e insinuó que ambos trabajan para generar una situación de violencia e inestabilidad en Afganistán que convenza a la población afgana de la necesidad de mantener tropas estadounidenses en el país para garantizar la paz una vez que el contingente militar de EE UU abandone el país. Karzai, que hizo estas declaraciones un día después de que dos ataques suicidas mataran a nueve civiles, presentó esos ataques como prueba de sus acusaciones.
“Las explosiones de ayer en Kabul y Khost son una muestra de que los talibanes están al servicio de América. Con ellos tratan de asustarnos, haciéndonos creer que si los extranjeros abandonan Afganistán, nos tendremos que preparar para este tipo de atentados”, aseguró Karzai. Hagel, que suspendió una rueda de prensa conjunta con el presidente afgano alegando razones de seguridad, aseguró, tras cenar con Karzai, que EE UU no estaba manteniendo negociaciones con los talibanes al margen del gobierno de Kabul. “Cualquier intento de paz o de acuerdo político debe ser liderado por los propios afganos”, aseguró el secretario de Defensa.
Más rotundo se mostró, horas antes, el general Joseph Dunford -que, hace un mes, asumió el mando supremo de las tropas de EE UU y de la OTAN en Afganistán-, quien aseguró que las declaraciones de Karzai eran “categóricamente falsas”. EE UU necesita de la colaboración del Gobierno de Kabul para facilitar el repliegue definitivo del contingente de 66.000 soldados que todavía sigue en suelo afgano y el tono contemporizador de Hagel sugiere que Washington no quiere contribuir a deteriorar más la actual situación.
Con su primer viaje oficial desde que fuera nombrado jefe del Pentágono, Hagel pretendía rebajar las tensiones con Kabul para garantizar un clima propicio en el que desarrollar el proceso de negociaciones en el que se encuentran ambos países de cara a determinar el número y el papel que desarrollarán las tropas de EE UU que se queden en Afganistán, tras el repliegue definitivo en 2014.
Con su primer viaje oficial desde que fuera nombrado jefe del Pentágono, Hagel pretendía rebajar las tensiones con Kabul para garantizar un clima propicio en el que desarrollar el proceso de negociaciones en el que se encuentran ambos países de cara a determinar el número y el papel que desarrollarán las tropas de EE UU que se queden en Afganistán, tras el repliegue definitivo en 2014
Karzai y Hagel son viejos conocidos. El secretario de Defensa estuvo presente en 2008 una cena en la que varios senadores de EE UU, entre ellos el actual vicepresidente, Joe Biden, y el nuevo secretario de Estado, John Kerry, exigieron al dirigente afgano que pusiera coto a la corrupción de su Gobierno.
Las del domingo son la última andanada de acusaciones que Karzai ha realizado en los últimos meses contra EE UU. A comienzos de marzo, el presidente afgano exigió a la tropas de la coalición que cedieran el control de las milicias locales a Kabul y, en febrero exigió que las Fuerzas de Operaciones Especiales de EE UU abandonaran la provincia de Wardak, alegando que había recibido informes que concluían que los soldados estadounidenses practicaban torturas a civiles afganos.
Precisamente este lunes, un día después de que finalizara el plazo que Karzai otorgó a EE UU para retirarse de Wardak, un hombre con el uniforme de la fuerzas nacionales afganas ha abierto fuego en una comisaría de policía de esa provincia asesinando a dos soldados estadounidense, a dos agentes afganos y al jefe de Policía del distrito de Jalrez. Entre los asuntos que Karzai y Hagel discutieron durante su encuentro del domingo estaba el acuerdo para determinar cómo se resolvía la demanda de Karzai sobre Wardak.
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