Recelo en España hacia la Arcadia feliz

Los españoles siguen pensando que no hay vida más allá de la Unión Europea, que sería impensable y trágico que España saliera del euro, pero la crisis económica ha hecho que lo que fue la Arcadia feliz empiece a verse con recelo, según la encuesta de Metroscopia para EL PAÍS.

España es el país en el que la entrada en Europa fue la garantía de estabilidad democrática y de progreso y, por eso, sigue siendo mayoritaria la opinión de los que entienden que es positiva la pertenencia a la UE. Pero la crisis económica y la identificación de Bruselas como el origen de las medidas impopulares ha hecho que ese porcentaje baje del 80% en mayo de 2009 al 59% en este momento. La desafección empieza a llegar hasta donde nunca había llegado antes, aunque de forma más lenta que la que ya afecta a los políticos españoles.

Si algo no ha sido cuestionado en España en democracia ha sido Europa. De hecho es el único asunto sobre el que con altibajos ha habido consenso entre los dos grandes partidos, no ha habido opciones euroescépticas con alta representación, nadie cuestionó la ampliación y PSOE y PP llevaron a los españoles sin contestación a ser los primeros en votar en referéndum una Constitución europea que no era ni fue nada. Pero ahora hasta un 60% dice tener una opinión negativa de la UE y está dividido en partes iguales los ciudadanos cuando se les pregunta si tenemos algo en común con el resto de europeos. 

Quedó claro que PSOE y PP cambiaron la Constitución a toda prisa por imposición de la UE y que las medidas de recorte fueron exigidas por Bruselas y, por eso, el 80% pide que se alivie la presión con medidas que incentiven el crecimiento. También por eso el 55% asegura que esas medidas de austeridad no van a transmitir confianza a los mercados financieros y van a conseguir hacer más profunda la crisis. La encuesta da a entender que los españoles ven una UE dominada por Alemania y personalizada en su canciller, Angela Merkel. El 61% ve al Gobierno alemán como responsable de las políticas de austeridad, identificadas como el origen de los males y Merkel es percibida como la que verdaderamente tiene el poder en la UE y en la vida de los españoles. La prueba del nueve llegará dentro de un año en las elecciones europeas cuando se mida la participación y el éxito de opciones que cuestionen en campaña el funcionamiento de la UE.