El juicio civil al yerno de Bin Laden reabre el debate sobre Guantánamo
Los republicanos acusan al presidente de una maniobra política para cerrar Guantánamo y critican que no haya sido interrogado en el centro de detención en Cuba
Lejos de Guantánamo y fuera de una comisión militar, el yerno de Osama Bin Laden y portavoz del grupo terrorista Al Qaeda, Suleimán Abu Ghaith, se declaró este viernes inocente en un tribunal federal de Nueva York de conspirar para asesinar norteamericanos. Pero mientras que la Administración de Barack Obama se congratulaba por tan importante captura, su entrada en territorio de Estados Unidos y su comparecencia ante una corte civil provocaba duras críticas por parte de los republicanos que ven lo sucedido como una maniobra política de la Casa Blanca para cimentar un plan para cerrar Guantánamo.
Lindsey Graham, senador republicano en varios comités del Congreso que atañen a la seguridad nacional, se mostró sorprendido y enfurecido por diferentes motivos. Sorprendido por haber conocido la noticia de que EE UU tenía en su poder al yerno de Bin Laden por la prensa. Enfurecido porque Abu Ghaith no esté siendo interrogado en el centro de detención de Guantánamo al tratarse de un ‘combatiente enemigo’ y que por el contrario vaya a disfrutar de todos los derechos que la Constitución americana concede a los estadounidenses.
“Creemos que la decisión de la Administración de traer a esta persona a Nueva York sin haber hecho partícipe al Congreso sienta un mal precedente”, dijo Graham en rueda de prensa en Washington mientras señalaba de forma reiterada a la foto en la que se ve a Abu Ghaith junto a Bin Laden y el lugarteniente de este último, Ayman al Zawahiri. “Ponemos sobre aviso a la Administración”, advirtió el senador de Carolina del Sur. “Meter de forma furtiva a este tipo en el país, claramente en contra de lo que piensa el Congreso que debe hacerse respecto a combatientes enemigos, no quedará sin respuesta”, aseguró.
La detención de Abu Ghaith y cómo ha llegado a EEUU es confusa. Todo apunta a que fue detenido en Turquía tras salir de Irán pero que aquel país se negó a entregarlo a las autoridades norteamericanas y decidió deportarlo a Kuwait, de donde es originario Abu Ghaith, 47 años, a pesar de que fue despojado de esa nacionalidad tras los ataques terroristas del 11-S. Durante una parada técnica en Ammán (Jordania, cuyos servicios secretos son uno de los colaboradores más cercanos de la CIA en Oriente Próximo), agentes estadounidenses se hicieron cargo de él y le condujeron hasta su destino final, Nueva York.
A tan sólo unos cuantos bloques de donde se levantaban las Torres Gemelas que fueron derribadas el 11 de Septiembre de 2001, Abu Ghaith comparecía este viernes ante el juez Lewis Kaplan en una vista que ha durado menos de 20 minutos y en la que no ha pronunciado una palabra. Su abogado habló por él. El yerno de Bin Laden, casado con Fátima, puede llegar a ser condenado a cadena perpetua, ya que la pena de muerte está abolida en el Estado de Nueva York.
Su entrada en territorio de EE UU y su comparecencia ante una corte civil ha provocado duras críticas por parte de los republicanos que ven lo sucedido como una maniobra política de la Casa Blanca para cimentar un plan para cerrar Guantánamo
En la misma rueda de prensa en la que dejó saber su parecer Graham, la senadora republicana Kelly Ayotte manifestó su disgusto con que a Abu Ghaith se le fueran a condecer los mismos derechos que a un norteamericano. “No debería de haber venido a EEUU hasta que hubiera sido interrogado a fondo”, dijo Ayotte añadiendo que en el momento en que entró en el sistema civil de justicia tenía derecho a “mantener silencio”. “Lo último que queremos es que guarde silencio”, apuntó la senadora republicana por New Hampshire. “Cuando se encuentra a alguien como él, tan cercano a Bin Laden, lo último que queremos hacer, en mi opinión, es ponerle ante una corte civil”, prosiguió Ayotte. “Este hombre debería estar en Guantánamo”.
El juicio de Abu Ghaith será uno de los primeros a un líder de Al Qaeda en territorio estadounidense. Desde el 11-S, 67 terroristas extranjeros han sido condenados en tribunales federales de EEUU, según Human Rights First, un grupo de control que obtuvo la información del Departamento de Justicia tras esgrimir la Ley de Libertad de Información. De los cientos de personas que han pasado por Guantánamo, tan sólo siete han sido condenadas en las comisiones militares creadas para juzgar a los detenidos dentro de la guerra contra el terrorismo instaurada por George W. Bush.
Tras su llegada a la Casa Blanca en 2009, el presidente Obama prometió cerrar Guantánamo y juzgar a los sospechosos de terrorismo extranjeros en tribunales federales americanos. Pero el Congreso impidió el cierre del polémico centro de detención y los legisladores republicanos se oponen a que esos sospechosos sean traídos a suelo norteamericano. En 2010, la Administración demócrata abandonó sus planes de juzgar en la misma corte en la que ayer compareció el yerno de Bin Laden a los cinco hombres acusados de orquestar el 11-S. Ayer, en su segundo mandato, Obama sentaba en un juzgado civil al yerno de Bin Laden.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.