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Un Duvalier ante la justicia de Haití

Un juez obliga al expresidente haitiano, que regresó a la isla en 2011, a comparecer por primera vez ante un tribunal por los crímenes de la dictadura

Jean-Claude Duvalier, Baby Doc, en Puerto Príncipe en marzo de 2011.
Jean-Claude Duvalier, Baby Doc, en Puerto Príncipe en marzo de 2011.Dieu Nalio Chery (AP)

Desde que regresó a Haití en enero de 2011, tras 25 años de exilio, a Jean-Claude Duvalier se le ha visto cenando en los restaurantes de la acomodada comuna de Petionville, reunido en los hoteles más exclusivos de Puerto Príncipe y ofreciendo entrevistas en su casa de Thomazeau, en las afueras de la capital. Pero nunca ha estado sentado frente a un juez, para rendir cuentas por las acusaciones de crímenes de lesa humanidad y corrupción cometidos bajo su dictadura, entre 1971 y 1986. El jueves, un tribunal de apelaciones ordenó que comparezca en una audiencia la próxima semana, donde deberá confrontar personalmente, por primera vez, el testimonio de las víctimas de su régimen. Esta vista preliminar será el primer paso para que en el futuro sea juzgado.

Jean-Claude Duvalier tiene 61 años. Tenía 19 cuando heredó la presidencia vitalicia de Haití tras la muerte de su padre, el dictador Francois Papa Doc Duvalier, quien gobernaba la isla desde 1957. El mandato de Baby Doc, como entonces se apodó a Jean-Claude, fue tan brutal y tanto o más corrupto que el de su padre. A los cuerpos de seguridad bajo su mando —las Fuerzas Armadas, la policía y las milicias gubernamentales de los tonton-macoutes y los leopardos— se les atribuye la muerte, desaparición y tortura de miles de haitianos. Y se calcula que el monto total de los fondos públicos desviados durante su Gobierno oscila entre los 300 y los 800 millones de dólares. El Gobierno del menor de los Duvalier fue derrocado en 1986, en medio de una revuelta popular. Durante los siguientes 25 años, vivió exilado en Francia. Regresó a Haití la noche del 16 de enero de 2011, en vísperas de las elecciones presidenciales y un año después del terremoto que mató a unas 300.000 personas en la zona metropolitana de Puerto Príncipe. “He venido a ayudar”, dijo entonces a la prensa.

En los días siguientes a su regreso, Jean-Claude Duvalier declaró ante un fiscal y las víctimas de violaciones a los derechos humanos durante su régimen comenzaron a reunir pruebas en su contra. En febrero de 2012, el juez de primera instancia, Carves Jean, desestimó las denuncias por crímenes de lesa humanidad y decidió que Duvalier solo debía ser juzgado por desvío de fondos. El argumento del juez y también de la defensa del expresidente era que, de acuerdo a las leyes haitianas, los crímenes ya habían prescrito.

Las víctimas del duvalierismo y las organizaciones de derechos humanos recurrieron la decisión y pidieron ser escuchadas también por los crímenes de lesa humanidad. En el último año, una treintena de víctimas han expuesto sus casos ante los jueces. Jean-Claude Duvalier fue citado tres veces para responder a estas acusaciones, en todos los casos se negó a acudir y en su lugar asistieron sus abogados. El jueves, el tribunal de apelaciones aceptó la petición de las víctimas y ordenó que el exdictador sea trasladado, a la fuerza si es necesario, a la corte por la policía judicial de Haití, para comparecer el jueves próximo y responder a las acusaciones.

“Lo que ha resultado de no traer a Duvalier ante la justicia es que la gente tiene miedo, quienes fueron víctimas no tienen confianza en el sistema judicial y no vienen a declarar”, afirma Robert Duval, una de las víctimas. Bajo el régimen dictatorial, Duval estuvo preso durante 17 meses en la cárcel de Fort Dimanche, en Puerto Príncipe, donde vio morir al menos a 180 personas. “Mi esperanza es que lleguemos a juicio para condenar a este señor porque es un criminal. Durante su régimen, miles de personas cayeron, no hay una familia haitiana que no haya sido afectada directa o indirectamente en Haití. Una condena concreta será también una advertencia para decirle a los dictadores que vengan en el futuro que sus crímenes no quedarán impunes”, agrega Duval.

La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, y organizaciones internacionales, como Human Rights Watch, se han unido a la campaña de las víctimas. “Tales violaciones sistemáticas de los derechos humanos no deben permanecer impunes. Todos los haitianos que las sufrieron tiene el derecho a que se haga justicia. Insto a las autoridades a cumplir sus responsabilidades”, dijo Navi Pillay el jueves desde Ginebra, poco antes de que los jueces ordenaran la comparecencia de Duvalier.

Ahora está en manos de la policía judicial de Haití buscar a Jean-Claude Duvalier, supuestamente en su casa, y hacer cumplir las órdenes del juez.

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