La justicia exonera al expresidente De la Rúa por los muertos de la crisis de 2001
39 personas fueron asesinadas en los dos últimos días del Gobierno del político radical
Por estos días se ha vuelto a hablar de saqueos en Argentina. La semana pasada unos 300 comercios fueron robados en 40 ciudades y cinco personas que participaban de esos asaltos murieron en circunstancias aún no esclarecidas. Pero esta situación social no puede compararse con la de 2001, cuando Argentina se hundía en una de sus peores crisis políticas, sociales y económicas de su historia. En medio de saqueos generalizados, el entonces presidente argentino, el radical Fernando de la Rúa, declaró el estado de sitio el 19 de diciembre de 2001 y al día siguiente renunció. Unas 39 personas murieron en la represión policial de aquellos días, pero este jueves la justicia argentina determinó que De la Rúa no es responsable por ninguna de ellas.
La Cámara Federal de Casación (tribunal de tercera instancia) confirmó el sobreseimiento del expresidente, de 75 años y retirado de la vida política, porque consideró que fue legítima la declaración del estado de sitio y que no fue él quien ordenó la brutal represión de la Policía Federal, fuerza que está a cargo del Gobierno nacional. A De la Rúa se lo investigaba por los cinco asesinados y 100 heridos por esa fuerza de seguridad en Buenos Aires. Los otros 34 homicidios ocurrieron en las provincias, que tienen sus propias policías a las órdenes de los gobernadores de esos distritos. El expresidente había sido procesado por un juez, pero la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal (segunda instancia) lo había sobreseído, en una decisión que ahora ha sido ratificada.
El fiscal del caso y los familiares de las víctimas reclamaban por la responsabilidad penal de De la Rúa en la represión. Los parientes han prometido que apelarán al último recurso que les ha quedado en su país: la Corte Suprema.
A diferencia de De la Rúa, un ex alto cargo de su Gobierno y siete expolicías serán juzgados en un juicio oral y público por las cinco muertes ocurridas en Buenos Aires, más precisamente entre la Plaza de Mayo y el Obelisco, donde miles de manifestantes se habían concentrado para pedir la dimisión del entonces presidente, en abierta desobediencia al estado de sitio vigente. Entre los acusados figuran el exsecretario de Seguridad Enrique Mathov y el exjefe de la Policía Federal Rubén Santos.
No solo los saqueos de la semana pasada han llevado a que los argentinos recordaran aquellos días de 2001, cuando la pobreza afectaba a más de la mitad de la población y el paro y el hambre asolaban a un cuarto de ella (ahora los pobres suponen el 21,9%; los indigentes, el 5,4% y los desempleados, el 7,6%). También la crisis argentina de hace 11 años está siendo asunto de debate en los últimos años en algunos países europeos, dada algunas semejanzas entre ambas situaciones. El continuo ajuste fiscal y la imposibilidad de aplicar una política monetaria expansiva profundizó el colapso económico de aquella Argentina, lo que derivó en desasosiego social e inestabilidad política. Pueden establecerse muchos parecidos, pero también diferencias con la Europa actual.
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