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EE UU desconfía del plan de Francia para intervenir en Malí

Al Qaeda perpetra su primer secuestro en Nigeria

Seguidores de la Junta Militar animan a un grupo de soldados malienses junto al aeropuerto de Bamako.
Seguidores de la Junta Militar animan a un grupo de soldados malienses junto al aeropuerto de Bamako.ISSOUF SANOGO (AFP)

“Es una mierda [it's a crap]”. La embajadora de EE UU ante la ONU, Susan Rice, no dudó en emplear ese término en una reunión a puerta cerrada, a principios de mes, dedicada a examinar una intervención militar en Malí, según la periodista Colum Lynch en su blog en Foreign Policy, dedicado a la ONU. Nunca fue desmentida. Rice expresó así sus reservas sobre el plan de Francia para que el maltrecho Ejército de Malí y un contingente de 3.300 soldados de los Estados de África Occidental (Cedeao) desalojen del norte del país a los grupos armados, dos de ellos terroristas, que en marzo se adueñaron de ese territorio de 830.000 kilómetros cuadrados en gran parte desértico.

Aun así, EE UU y todos los demás miembros del Consejo de Seguridad de la ONU votaron el jueves, por unanimidad, una resolución presentada por Francia que avala la reconquista del norte de Malí, pero que no resuelve los numerosos obstáculos para esa operación militar.

Por si aún había dudas sobre la necesidad de la intervención, un ciudadano francés, el octavo en la franja del Sahel, fue secuestrado el viernes en Rimi, en el norte de Nigeria, por una treintena de hombres armados que mataron a dos guardias que custodiaban las instalaciones de la empresa francesa Vergnet, dedicada a las energías renovables. François Hollande, el presidente francés, afirmó que AQMI, la rama magrebí de Al Qaeda, “tenía sin duda vínculo” con el secuestro. De confirmarse esta hipótesis sería la primera vez que este grupo terrorista asesta un golpe en la anglófona Nigeria, porque hasta ahora solo ha actuado en países árabes y francófonos del noroeste de África.

Expansión terrorista

Francia, la antigua potencia colonial de la zona, está empeñada en que las tropas africanas liberen cuanto antes ese extenso norte con su ayuda logística y la del conjunto de la UE —España enviará pronto decenas de instructores militares para adiestrar al Ejército maliense— porque teme que los terroristas acaben expandiéndose por todo Malí y sus vecinos, desestabilizando toda la región.

EE UU comparte este temor, pero cree, según fuentes diplomáticas estadounidense, que antes es necesario restablecer el orden en Malí, celebrar elecciones presidenciales y negociar con los rebeldes tuareg para que rompan con Al Qaeda. Quiere disociar a los tuareg de los terroristas y poder contar con ellos, que conocen el terreno y tienen experiencia de combate, cuando empiece la reconquista.

Argelia trabaja en la misma dirección y el viernes logró un acuerdo entre los dos grupos tuareg, uno islamista (Ansar Dine) y otro independentista (MNLA). Todos estos requisitos estadounidenses quedaron recogidos en la resolución 2085 aprobada el jueves, pero Washington tiene aún otros motivos para ser escéptico. Considera insuficiente la implicación militar de Europa, cree que llevará tiempo reconstruir al derrotado Ejército maliense y sospecha que las fuerzas africanas, salvo las de Chad, no son aptas para luchar en el desierto. No habrá guerra hasta principios del otoño, creen los expertos.

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