Merkel y Ayrault urgen a una decisión sobre Grecia el martes
El primer ministro francés insiste en la “voluntad” de acometer reformas en su país y reducir el déficit hasta el 3% en 2013
La canciller alemana Angela Merkel y el primer ministro de Francia Jean-Marc Ayrault quieren que el Eurogrupo decida en su reunión del martes sobre las nuevas necesidades financieras de Grecia. Merkel recibió a su homólogo francés con honores militares, un tratamiento que, cuando el huésped es francés, suele reservarse al Presidente y que se puede interpretar como un gesto conciliatorio tras las recientes tensiones franco-alemanas. Ayrault había caldeado el ambiente con una entrevista al diario muniqués Süddeutsche Zeitung, donde se lamentaba de la “falta de sensibilidad” ante las particularidades francesas por parte del actual Gobierno alemán. Francia, dice, “no necesita lecciones”. En la rueda de prensa que ofrecieron tras su encuentro, Merkel y Ayrault destacaron sin embargo el “trabajo” de sus respectivos Gobiernos para “superar las diferencias” de criterio. El francés insistió en la “voluntad” francesa de acometer reformas en su país, así como su compromiso con la reducción del déficit del 4,5 hasta el 3% en el año 2013.
Desde la victoria del socialista François Hollande en las elecciones presidenciales de mayo, la relación entre París y Berlín atraviesa un período gélido. Ayrault, que aún no había visitado a Merkel, ha sido uno de los críticos más duros con la canciller. Antes de reunirse con ella, el primer ministro pidió a los “amigos alemanes que entiendan que [Francia] tiene un modelo de sociedad basado en la justicia social”. La semana pasada causó revuelo en Francia la noticia de que el ministro de Hacienda alemán Wolfgang Schäuble sugirió a sus asesores económicos la redacción un informe sobre el estado de la economía francesa. El jueves en Berlín, la democristiana Merkel descartó en cambio “hacer juicios de valor” desde Berlín sobre las decisiones que toma el Gobierno francés. Ayrault, por su parte, dijo que Francia seguirá “su propio camino” y no copiará las recetas de crecimiento de otros países.
Se refería Ayrault a su propuesta de un “Pacto nacional para la competitividad y el crecimiento”, en el que algunos analistas han visto el germen de recortes y reformas similares a las decididas por el entonces canciller alemán Gerhard Schröder (socialdemócrata del SPD) en 2003. “No hay modelos”, dijo el jueves Ayrault, “sino prácticas razonables”. Reconoció haber encontrado “inspiración” en un aspecto de la vida pública alemana: “la calidad del diálogo” entre los diversos agentes sociales, que “permite que las reformas se puedan aplicar con más velocidad”. A partir de aquí, Ayrault pasó a destacar las “particularidades históricas” de Francia, que llamó a respetar en el proceso de “creación de un nuevo modelo francés.
En cuanto al contencioso sobre el presupuesto europeo, Merkel explicó que “ambos países trabajan estrechamente” para lograr un compromiso en el Consejo de la próxima semana. Admitió que tienen “intereses diferentes”, pero añadió que quieren “dar un ejemplo de cómo se pueden superar las diferencias”. Ayrault recordó las demandas francesas “para una política agraria común al más alto nivel”, pero también destacó “la voluntad de llegar a un acuerdo”. Francia rechaza recortes presupuestarios en la partida de siete años entre 2014 y 2020. Suecia, Reino Unido y Alemania no aceptan la propuesta de la Comisión Europea, que propone elevarlos hasta 1,091 billones (millones de millones) de euros.
Preguntada por la posibilidad de que Alemania se vea arrastrada a la recesión económica por la crisis de la deuda europea, Merkel reconoció que “todos en Europa dependemos unos de otros”. Sostuvo que su “principal meta es promover el crecimiento económico y el empleo, con presupuestos consolidados”. El jueves se conoció que la Eurozona había entrado en recesión, a pesar de que tanto Francia como Alemania registraron pequeños crecimientos del 0,2% en el segundo trimestre de este año. Merkel se proclamó “muy optimista” pese a la noticia. Tras “este pequeño bache, volveremos al crecimiento”.
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