Así llega Latinoamérica a la Cumbre

La cita de Cádiz servirá de despedida internacional al presidente Felipe Calderón Hinojosa (Partido Acción Nacional, derechas), quien apenas dos semanas después, el 1 de diciembre, cederá la banda presidencial de México al priista Enrique Peña Nieto, ganador de las elecciones de 1 de julio pasado. Desde la elección ambos se han entrevistado en siete ocasiones, y por la armonía con que han ocurrido las cosas ya se conoce a este periodo como la transición de terciopelo.

Terminan dos sexenios panistas y vuelve al poder el partido que gobernó durante más de 70 años, entre 1929 y 2000. La promesa de que con el retorno de los priistas quedará atrás la parálisis legislativa pareció confirmarse en las últimas horas: el presidente Calderón envió en septiembre dos iniciativas al Congreso—entre ellas una polémica reforma laboral—; y a pesar de algunos jaloneos ambas ya fueron aprobadas.

Además de concretar reformas para permitir inversión privada en Pemex y una nueva legislación fiscal, el reto de Peña Nieto será dar a México certidumbre de que el combate a la criminalidad será más efectivo, y menos costoso en sangre, y tema que es el estigma del sexenio de Calderón.

El gobierno de la presidenta Laura Chinchilla atraviesa un momento de alta acidez popular, a pesar de los buenos resultados macroeconómicos y una leve mejoría en la sensación popular de seguridad. Coincide además con una notable efervescencia de manifestaciones en la calles por molestias que tienen que ver con la insatisfacción con servicios públicos, en especial en la sanidad. Se percibe también un alto desencanto popular vinculado a la ineficacia del Gobierno y en general con el sistema político, por el rumbo de inequidad social creciente. Esto hace que el país se enfrente al perjuicio de su convicción democrática y de la apuesta por una gran clase media, bastiones de la buena fama internacional que se ha ganado internacionalmente. Mientras, los desprestigiados partidos arrancaron ya sus maquinarias para los comicios de febrero del 2014. Hay múltiples intentos de coaliciones entre fuerzas minoritarias para intentar vencer al partido oficialista (PLN), al que las encuestas le acreditan un caudal suficiente para hilar tres gobiernos consecutivos.

A este Gobierno se le reconoce haber levantado los números grandes de la economía (4,5 de crecimiento del PIB, crecimiento de exportaciones por encima del 10% y y la inflación en menos del 4%), pero se le critica por haber dejado por la libre el endeudamiento y las tasas de interés, con un golpe directo a unas 600.000 familias que poseen créditos en el sistema bancario nacional.

En lo internacional, la presidenta Chinchilla ha sido muy conservadora. A estas alturas del gobierno ha mostrado no tener más intereses que algunas alianzas para temas concretos, como seguridad y cambio climático. Su política exterior ha quedado marcada por el conflicto vigente con Nicaragua, desde octubre del 2010, por la disputa de un pequeño territorio en la frontera por el lado Caribe.

Costa Rica se presenta en Cádiz con demandas internacionales concretas, como un mayor compromiso contra el cambio climático, tema clave en un país que ha hecho de la defensa del medio ambiente su principal activo turístico, y también la cooperación para frenar el narcotráfico y el tráfico de personas en Centroamérica. A pesar de que la ‘suiza de américa’ se mantiene al margen de los abismales problemas de sus vecinos, comienza a sentir la urgencia de una mayor protección.

Argentina llega a la cumbre con la resaca de haber sufrido el mayor cacerolazo, que se ha producido en las calles durante los nueve años de Gobierno kirchnerista. Cientos de miles de personas salieron a protestar contra la inseguridad, la Korrupción (con K de Kirchner), las presiones contra la justicia, "las mentiras" del Gobierno en su afán por cifrar la inflación en el 10% cuando los economistas independientes la sitúan en torno al 25% y la supuesta intención de Cristina Fernández de transformar la Constitución para optar a un tercer mandato como presidenta.

Además, Argentina está padeciendo una de las mayores afrentas internacionales que se recuerdan desde la guerra de las Malvinas. Se trata de la confiscación en Ghana de la fragata Libertad, buque insignia de la Armada argentina. Desde el 2 de octubre, todo un símbolo de la soberanía argentina permanece atracado en el puerto de Tema, como consecuencia de una denuncia interpuesta por un fondo de inversión estadounidense.

Pero la gran batalla interna sobre la que se viene preparando el Gobierno argentino desde hace meses la librará el 7 de diciembre contra el grupo Clarín. Según la interpretación que el Gobierno hace de la Ley de Medios, Clarín debería haber desinvertido antes de esa fecha en sus negocios audiovisuales. Los directivos del grupo, sin embargo, estiman que como mínimo disponen de un año más para desinvertir, mientras la justicia resuelve un recurso de inconstitucionalidad que interpuso contra la Ley de Medios. No pretende, por tanto, deshacerse de ninguna de sus empresas audiovisuales. Y el Gobierno ha dejado claro que si no lo hace antes del 7-D, empezará a licitar las empresas que estime oportuno.

Y es casi inevitable que en el trasfondo bilateral esté YPF, el gran tema de desencuentro con el Gobierno español. Siete meses después de que se anunciase la expropiación del 51% de las acciones de Repsol en YPF, el Gobierno argentino aún no ha logrado encontrar inversores extranjeros. Estos inversores son imprescindibles para afrontar la explotación de los yacimientos de gas no convencional de Vaca Muerta, el gran tesoro energético de Argentina.

La presidenta argentina, Cristina Fernández, ha excusado su presencia en Cádiz por razones de salud. Está representada por el vicepresidente, Amado Boudou, bajo investigación judicial por enriquecimiento ilícito.

El presidente Juan Manuel Santos llegó a Cádiz pocos días antes del inicio formal de las negociaciones de paz con la guerrilla de las FARC, en La Habana, Cuba, que se han fijado, tras retrasos por cuestiones técnicas, para el día 19. Ese será el tema principal que el mandatario colombiano pondrá sobre la mesa. Lograr terminar un conflicto que ya completa 50 años es una de las prioridades del Gobierno Santos. Su apuesta es que el proceso de paz, además de beneficiar a los colombianos, será bueno para toda la región. "Que haya paz en Colombia [...] ayudaría a que esta región tuviera menos motivos de fricción, a un panorama mucho más tranquilo", ha dicho Santos en entrevista a Efe. También agregó que a Cádiz llevará el mensaje de que la paz hay que construirla "con políticas sociales progresistas y audaces".

Durante su visita a España, Santos ha viajado a Valencia para recibir el Premio de Convivencia que otorga la Fundación Broseta y que le fue concedido, precisamente, por su lucha contra las FARC. Así mismo tendrá una audiencia con el rey Juan Carlos y una reunión con el presidente Rajoy para fortalecer las relaciones bilaterales.

El presidente chileno Sebastián Piñera atraviesa por un momento político conflictivo. El 28 de octubre, el oficialismo fue derrotado en las municipales chilenas y perdió alcaldías importantes del país. Los resultados de la derecha fueron interpretados como el preludio de las elecciones parlamentarias y presidenciales de noviembre de 2013, donde la abanderada de la Concertación de izquierdas, la expresidenta Michelle Bachelet, corre con amplia ventaja según las encuestas. La debacle en las urnas obligó al Jefe de Estado a reemplazar a su jefe de gabinete, Rodrigo Hinzpeter, un hombre de su extrema confianza que hasta ahora no había querido mover desde el ministerio del Interior pese a los problemas de conducción política del Gobierno. Piñera también sacó de su equipo a los dos ministros con aspiraciones presidenciales: Andrés Allamand y Laurence Golborne, el secretario de Estado que lideró el rescate de los 33 mineros a fines de 2010.

Desde entonces, la campaña presidencial de la derecha se ha desatado, por lo que, según los analistas, el Presidente ya sufre del síndrome del pato cojo, a 16 meses de dejar el Palacio de La Moneda. Sebastián Piñera –que hoy tiene un 32% de aprobación y un 57% de rechazo- llega a Cádiz dañado políticamente y, en el plano exterior, a dos semanas del inicio del juicio en La Haya que dirimirá la diferencia limítrofe con Perú.

Más que Venezuela como Estado, la representación del Gobierno de Venezuela irá “relegitimada” a la Cumbre de Cádiz, después de que el presidente Hugo Chávez fuese reelecto en octubre pasado para un cuarto mandato consecutivo que lo mantendrá en el poder un total de 20 años. Chávez, sin embargo, no asistirá personalmente al encuentro; no lo hace desde 2007 cuando, en la cumbre de Santiago de Chile, el rey Juan Carlos le confrontó con la ya popular frase cuando atacaba a España en una intervención interminable: “¿Por qué no te callas?”.

La representación de Venezuela ha quedado reducida al final al vicecanciller para Europa, enviado por el vicepresidente y canciller Nicolás Maduro, quien se ha convertido en el hombre más fuerte del Gobierno después de Chávez y también en el eventual sucesor del presidente-comandante, en caso de que el cáncer que le fue diagnosticado en junio 2011 le impida culminar su mandato. En el plano interno, Venezuela sigue agobiada por la inseguridad callejera (unas 19 mil personas murieron asesinadas en 2011) y por el alto costo de la vida (27,6% de inflación en 2011, con pronóstico de 20% al cierre de 2012), y bendecida por los altos precios del petróleo, el combustible que sostiene la economía.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, expondrá en Cádiz ante sus colegas iberoamericanos los asuntos de mayor preocupación para su Gobierno: la demanda de apoyo para lograr una salida soberana sobre la costa del Pacífico, un respaldo a la masticación de hoja de coca en Bolivia que se planteará ante las Naciones Unidas y la Convención de Viena sobre estupefacientes, entre otros.

Debido a una apretada agenda en el país, Morales ha pedido suspender hasta diciembre las actividades que se habían programado durante su visita a España. La reunión con los bolivianos que migraron, la inauguración de una feria y, especialmente, el poder asistir a un partido de fútbol junto con el Rey Juan Carlos. Morales pidió a la Reina Sofia, en ocasión de su visita hace pocas semanas a Bolivia, que le recordara al Rey el compromiso que ambos hicieron el pasado año para disfrutar juntos un clásico del fútbol español.

“Es un viaje relámpago y todo se ha postergado para diciembre”, ha reiterado la ministra.

El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, anunció que, en atención a las víctimas del terremoto que el miércoles 7 de noviembre sacudió el territorio guatemalteco, se ve obligado a suspender su asistencia a la Cumbre Iberoamericana de Cádiz, que abrirá el jueves 15.

“Lamentablemente no podré asistir a la XXII Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno”, dijo el presidente a la prensa nacional. “He suspendido mi participación debido a la emergencia que vivimos”, dijo Pérez Molina.

El miércoles 7 de noviembre, un terremoto de 7,2 grados en la escala de Richter sacudió el territorio guatemalteco, con un saldo, todavía no definitivo, de 42 muertos, 20.362 damnificados y alrededor de 4.000 viviendas destruidas o calificadas como inhabitables, según datos oficiales.

Pese a que Perú se mantiene con estabilidad económica, cifras de inflación bajas y crecimiento económico continuo hace 12 años, el momento político que enfrenta el presidente, Ollanta Humala, es tenso por amenazas que afectan al país hace décadas, y además, porque está en vísperas del inicio de las audiencias orales en La Haya por la controversia de la frontera marítima con Chile, que comenzará la primera semana de diciembre.

El Gobierno no ha mostrado avances en la lucha contra Sendero Luminoso en una zona de la sierra y la selva sur del país, próximas al principal complejo de gas (Camisea), infraestructura que está en riesgo por ese motivo. El mismo grupo terrorista produce cocaína y controla las rutas de salida de la droga hacia los puertos. Según Naciones Unidas, el país es el segundo productor de coca después de Colombia, aunque para la agencia antinarcóticos estadounidense (DEA), Perú ocupa el primer lugar en producción de clorhidrato de cocaína, precediendo a Colombia.

Mientras está pendiente de debate en el pleno del Congreso un proyecto para permitir el ingreso del Ejército al combate con el narcotráfico, la secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, se comprometió en Lima a seguir ayudando al Perú en la lucha contra el narcotráfico, y esta semana los ministros de Defensa de España y Perú han decidido restablecer las agregadurías de Defensa en Perú y la agregaduría naval en España. Hasta la semana pasada, un equipo de oficiales del ministerio de Defensa de España permaneció en Lima asesorando una reforma institucional en el sector Defensa, en particular sobre sistema de adquisición de materiales y legislación para la carrera militar.

Otro flanco complicado desde que asumió Ollanta Humala el gobierno son los conflictos sociales, que ha enfrentado a la Policía Nacional (y en ocasiones al Ejército) contra ciudadanos, causando 17 muertos en lo que va de su gestión.

Por último, desde que en enero un organismo de fachada de una de las facciones de Sendero Luminoso intentó inscribirse como organización política, las actividades del grupo se han convertido en una piedra en el zapato para el Gobierno, pues han infiltrado sindicatos como el de los profesores de escuela y tienen comités de apoyo en universidades y la mayoría de departamentos del país. Hasta el momento, la administración Humala los ha ‘combatido’ con dos proyectos de ley que han sido muy criticados: la ley de negacionismo y otra que permitiría hacer seguimiento a los presos por terrorismo que cumplieron su pena para vigilar sus actividades en caso que vuelvan a ser pasibles de ser acusados por apología al terrorismo (o negacionismo).

Un último flanco novedoso en la política actual es que, desde que la familia de Alberto Fujimori pidió el indulto del ex presidente, la bancada fujimorista en el Congreso está comportándose por vez primera como oposición, intentando presionar al presidente para cuando tome la decisión.

Se espera que la agenda principal de Humala en Cádiz sea la ‘venta’ del país como un espacio donde hay receptividad a la inversión en infraestructura (de gas, principalmente), carreteras y ferrocarriles (como lo hicieron en la cumbre de los países árabes recientemente), y posiblemente, también, los negocios en el campo de la defensa, dada la conflictividad de diverso tipo que atraviesa el país.

El mandatario ecuatoriano Rafael Correa llega a la Cumbre Iberoamericana de Cádiz luego de haber inscrito oficialmente en Ecuador su candidatura a la reelección presidencial. Los comicios en el país andino se celebrarán en febrero de 2013, y se prevé que unos ocho postulantes participen en la contienda electoral.

En medio de la presentación de candidaturas, tanto presidenciales como a la Asamblea Nacional, que ocurre en estos días en Ecuador, el ambiente electoral rodea gran parte de los ámbitos de discusión de la opinión pública ecuatoriana. Y parte del electorado que los candidatos buscarán conquistar son los miles de ecuatorianos que residen fuera del país y que están en capacidad de votar y elegir representantes a la Asamblea.

En este marco vale decir que la visita de esta semana de Rafael Correa a España, a donde llegará luego de haber visitado Milán, Italia, incluye reuniones con migrantes ecuatorianos. El gobierno de Correa ha expresado su preocupación por la situación económica de los ecuatorianos en España, en especial en lo relacionado al tema hipotecario. Precisamente este lunes, el canciller Ricardo Patiño ha señalado su satisfacción por el dictamen de la abogada general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, Juliane Kokott, que criticó las normas que regulan los desahucios. en España.

En medio de su viaje, Correa se reunirá con el rey de España, Juan Carlos, y el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy. Asimismo, el mandatario visitará la Universidad Pablo de Olavide, en Sevilla, donde ofrecerá la conferencia "Una salida ecuatoriana a la crisis de la deuda". Durante la Cumbre de Cádiz, a decir de la Cancillería ecuatoriana, Rafael Correa y el canciller Patiño realizarán "reuniones sectoriales que girarán en torno a cuatro ejes: el crecimiento económico al servicio de los ciudadanos, el desarrollo de infraestructuras para transporte y energía, la promoción de la pequeña y mediana empresa como generador de empleo, y el fortalecimiento institucional para favorecer el crecimiento económico y la cohesión social".