Dimite el comisario maltés Dalli por un caso de tráfico de influencias
John Dalli, comisario de Salud y Política de Consumidores, abandona el cargo
John Dalli, comisario maltés de Salud y Política de Consumidores, de 64 años, ha dimitido hoy con carácter inmediato como consecuencia de una investigación sobre tráfico de influencias en torno a su persona protagonizada por otro ciudadano de Malta en relación con una tabaquera sueca. La Oficina Antifraude de la UE (OLAF) no ha encontrado pruebas de la intervención directa de Dalli en el proceso clandestino de contacto, aunque considera que el comisario estaba al tanto de lo que ocurría. Es el mayor escándalo de corrupción en el Ejecutivo comunitario desde que la francesa Edith Cresson, ex primera ministra y comisaria de Investigación, contrató como asesor a su dentista y amante a finales de los años noventa.
La incidencia en torno a Dalli se remonta al pasado mes de mayo, cuando OLAF comenzó a investigar una denuncia de la compañía sueca Swedish Match, que alegó ante la Comisión que había sido contactada por un empresario maltés que recabó ciertos pagos haciendo valer su relación con Dalli y, por ello, su capacidad de influir sobre futuras propuestas legislativas sobre productos relacionados con el tabaco, y en particular sobre la prohibición de exportar desde la UE snus, un estimulante sin humos que contiene nicotina.
En el comunicado en que da cuenta de la dimisión de Dalli, la Comisión anuncia que en el momento en que tuvo noticia de la queja de Swedish Match pidió a OLAF que entrara en acción.
OLAF elevó ayer el informe con el resultado de sus pesquisas a la Comisión. El documento confirma los extremos denunciados por la tabaquera, si bien reconoce que no llegó a haber acuerdo entre las partes ni hubo dinero que cambiara de manos. OLAF dice no haber encontrado pruebas incontestables sobre la participación directa del comisario de Salud en el embrollo, aunque considera que Dalli era consciente de lo que sucedía.
Según OLAF, la Comisión, los funcionarios de la dirección general de Dalli y el propio proceso de toma de decisiones no se han visto afectados por las intrigas maltesas. El informe de OLAF ha sido elevado al fiscal general de Malta para que allí la justicia decida cómo proceder.
El comisario dice haber dimitido para poderse defender de las alegaciones, que niega en su totalidad. Su puesto será ocupado provisionalmente por el vicepresidente eslovaco Maros Sefcovic, a la espera de que el Gobierno maltés proponga un nuevo candidato.
Los negocios privados de Dalli ya le tuvieron en el candelero el año pasado con motivo de sus singulares relaciones con Muamar el Gadafi, que tenía en el político maltés a uno de sus principales hombres de confianza en la UE. Dalli disfrutaba de una residencia en consonancia en Libia.
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