Los conflictos mineros acaban con el segundo gabinete de Ollanta Humala
Perú se renueva con seis nuevos ministros antes de que cumplan un año al mando
El gabinete de ministros de Perú que entró en funcionamiento en diciembre de 2011 para encarar "con mano dura" la crisis por el conflicto minero en el departamento de Cajamarca (sierra norte del país) ha llegado a su fin este lunes. Perú tiene a partir de ahora un nuevo primer ministro, Juan Jiménez Mayor, y otros cinco ministros más que sustituyen a otros tantos que han cesado. El problema de la región minera y la falta de reconocimiento de los errores cometidos en la lucha contra remanentes de la narcoguerrilla de Sendero Luminoso han sido las causas principales de este derrumbe gubernamental.
Hace un mes que Jiménez Mayor había asumido en la práctica las funciones del primer ministro Óscar Valdés, deslegitimado porque enfrentó los conflictos sociales ligados a los proyectos mineros con la vía de la confrontación policial masiva y con armas letales en Espinar (Cusco, sierra sur) y enviando al Ejército a Cajamarca. Dos civiles murieron en Espinar y cinco en Cajamarca. Hubo además decenas de heridos en esos choques, y detenciones sin las debidas garantías judiciales, así como la declaración de un estado de excepción y agresiones a representantes de la Defensoría del Pueblo y a abogados de organizaciones de derechos humanos.
Valdés deja la administración del presidente de Perú, Ollanta Humala, con un 40% de desaprobación y 18% de aprobación, según una encuesta de GFK publicada el domingo en el diario La República. Humala cayó de 41% de aprobación en junio a 36% en este mes.
La pérdida de peso político del primer ministro y del titular del Interior saliente, Wilver Calle, se expresa en la misma encuesta con un 64% de peruanos que creen que el manejo del conflicto por el proyecto Conga ha sido uno de los principales errores del gobierno. Además, un 62% estima que el presidente debe buscar solución a los conflictos sociales dialogando con la población.
Los nuevos ministros son, en Interior, el abogado y experto en asuntos penitenciarios Wilfredo Pedraza, exadjunto en la Defensoría del Pueblo y exdirector del Instituto Nacional Penitenciario, y en Defensa, el abogado Pedro Cateriano. Ambos reemplazan a un militar del Ejército y a un policía retirados, respectivamente, cumpliéndose por fin la oferta que hizo Humala cuando era candidato: de que dichos sectores serían liderados por civiles.
La nueva ministra de Justicia es Eda Rivas, exviceministra en esa misma dependencia; y el economista y exalto funcionario del Ministerio de Economía Milton Von Hesse se encargará de Agricultura. Von Hesse es un tecnócrata que también se ha desempeñado como investigador en la Universidad del Pacífico.
Por último, el urólogo y ex árbitro de fútbol Alberto Tejada ha sido reemplazado en el ministerio de Salud por Midori de Habich, economista y ex jefa de proyectos de políticas de salud de USAID, al entidad estadounidense de ayuda al desarrollo.
Pese a que el presidente peruano anunció antes de llegar al poder un plan de gobierno denominado "la gran transformación" -orientado a favorecer a los más pobres y a las poblaciones en tensión con empresas mineras o de hidrocarburos- en el primer año se colocó del lado del sector privado.
Líderes de opinión, políticos y analistas de diversas adscripciones han recomendado públicamente al mandatario que explicara el giro de su política, pero no lo ha hecho aún. Por ejemplo, el politólogo peruano Alberto Vergara ha señalado que su administración evidencia 20 años de un mismo sistema, en tanto que el estadounidense y profesor de Harvard Steve Levitsky opinó el jueves pasado que el conflicto en Cajamarca desnudó “la incapacidad política del gobierno de Humala”.
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