Grecia quiere más plazo para los ajustes
Samarás pide que se retrasen dos años los objetivos del plan de rescate
El nuevo primer ministro griego, el conservador Antonis Samarás, anunció ayer que pedirá a la Unión Europea una ampliación de dos años del plazo para cumplir los objetivos del plan de ajuste exigido por sus acreedores a cambio del nuevo préstamo. “Pediremos la renegociación de los objetivos del programa de rescate hasta 2014. Para conseguir cumplirlos de verdad, no para evitarlos, y adaptar las medidas de ajuste que agravan la recesión”, afirmó el primer ministro en el Parlamento griego durante la presentación de su programa de Gobierno con el que abrió el debate de investidura, que debe concluir el domingo.
Samarás ratificó su compromiso de “mantener a Grecia en la eurozona”. “Pero es necesario que los mandatarios extranjeros dejen de hacer declaraciones que se oponen a nuestro esfuerzo”, afirmó.“No es posible que, en un período en que llevamos a cabo esfuerzos para hacer el país atractivo a las inversiones, los mandatarios europeos hagan declaraciones sobre la inminente salida de Gracia de la eurozona”, se lamentó Samarás, quien también reconoció la necesidad de que Grecia lleve a cabo reformas y cumpla los objetivos marcados por Bruselas, como suprimir 150.000 empleos antes de 2015. El gobernante subrayó, sin embargo, que el proceso de ajustes no debe implicar que “la gente pierda sus casas y tenga que comer en comedores populares”.
“La primera verdad es que el programa de rescate está descarrilado”, afirmó Samarás en referencia a la pausa en el proceso de reformas que ha supuesto el doble proceso electoral vivido Grecia en los últimos meses. A pesar de ello, manifestó su compromiso de no reducir más los salarios y las pensiones, así como a no elevar más los impuestos, algo que en principio podría entrar en contradicción con las exigencias de la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).
En contrapartida, el líder conservador ofreció “acelerar las privatizaciones” y “no solo las que están previstas por el plan de rescate, sino todavía más numerosas para poder atraer inversiones”. El proceso privatizador comenzará con los ferrocarriles y la energía, aunque manteniendo las redes bajo control público, y seguirá con la venta de las compañías municipales de gestión del agua y con la enajenación de propiedades del Estado, especialmente las situadas en la costa. El primer ministro destacó la necesidad de eliminar los trámites burocráticos excesivos.
“Nuestro objetivo no es ganar dinero, sino atraer inversiones”, precisó Samarás, quien anunció que permitirá que los fondos que han sido evadidos del país en los últimos años “puedan ser repatriados sin problemas”.
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