Cameron abre la vía a un referéndum sobre la pertenencia británica a la UE

El primer ministro británico, David Cameron, abre por primera vez la puerta a la convocatoria de un referéndum sobre la pertenencia de Reino Unido a la Unión Europea en un artículo que publica este domingo en el diario The Sunday Telegraph. El cambio de posición del primer ministro, que se ha declarado siempre en contra y que el viernes pasado se ratificó en ese punto de vista, es un reflejo del creciente nerviosismo de los euroescépticos británicos por la crisis del euro.

Algunos barones de la derecha del partido, como el exministro de Defensa, Liam Fox, están preparando una campaña para exigir una renegociación inmediata de las relaciones entre Reino Unido y Europa. Y un centenar de diputados conservadores se han sumado a una carta al primer ministro pidiéndole la convocatoria de un referéndum sobre esa relación.

Cameron, que llegó a Downing Street defendiendo la renacionalización de algunas de las competencias cedidas a Bruselas pero ha topado con la dura realidad del pragmatismo del día a día, parece atrapado entre la espada y la pared. Por un lado, la ruptura del euro provocaría enormes problemas para la economía británica por sus fuertes vínculos con la economía continental. Pero, en sentido contrario, la tendencia a una mayor integración económica y fiscal de la zona euro para superar esa crisis deja a Reino Unido ante la disyuntiva de elegir entre aceptar a su vez una mayor integración o arriesgarse a un aislamiento cada vez más pronunciado en la toma de decisiones en la UE. Dos opciones que él considera malas.

Ante esa disyuntiva, en los últimos meses han crecido los llamamientos para que los británicos decidan en referéndum si quieren seguir en la UE o prefieren abandonarla, con el argumento de que la actual UE es un movimiento de integración política que tiene muy poco que ver con el Mercado Común al que ingresaron en 1973 y cuya adhesión ratificaron por referéndum en 1975.

En su artículo, Cameron insiste en que la cuestión no es tanto decidir si hay que estar dentro o fuera de la UE, sino cuál ha de ser la relación entre Gran Bretaña y la Unión Europea. El primer ministro insiste en que Europa es vital para los intereses económicos británicos e insiste en que “debemos ser absolutamente claros sobre qué es lo que queremos realmente, qué tenemos ahora y cuál es el mejor camino a seguir para Gran Bretaña”. “Tenemos que responder a esas preguntas antes de lanzarnos a plantearnos un referéndum”, escribe.

Sin embargo, aclara que no está por principio en contra de esa consulta. Y concluye su escrito abriendo las puertas a la consulta, aunque sin poner fecha. “¿Cómo vamos a conseguir que el pueblo británico esté con nosotros en este viaje tan complicado? ¿Cómo podemos evitar el camino equivocado de aceptar dócilmente el statu quo o renunciando a todo y preparándonos para la salida?”, se pregunta. “A medida que nos acercamos a ese momento, debemos tener en cuenta qué es lo mejor para conseguir el pleno apoyo del pueblo británico, lo mismo si es en unas elecciones generales o en un referéndum. Como he dicho, para mí las palabras Europa y referéndum pueden ir de la mano, sobre todo si realmente estamos proponiendo cómo ha de ser gobernado nuestro país, pero primero ofrezcamos a la gente una verdadera alternativa para elegir”, concluye.

En definitiva, Cameron abre las puertas a un referéndum sobre la pertenencia de Reino Unido a la UE, pero ni pone fecha ni deja claro que en ese referéndum solo haya dos alternativas. La suya, difícil de plantear en una consulta de ese cariz, es seguir en Europa pero de forma menos integrada que en la actualidad.