Multilingüismo en casa
La libre movilidad de personas en Europa ha facilitado la formación de parejas y familias multiculturales
Un Holandés y una danesa, con dos hijos, afincados desde hace 20 años en la localidad alicantina L’Alfàs del Pi. Esta familia habla cinco idiomas -español, danés, holandés, inglés y valenciano- y lo consideran una ventaja. El plurilingüismo es una tónica en muchas hogares europeos, en los que las diferencias culturales no fueron freno suficiente para que naciera el amor.
La libre circulación de personas en Europa ha propiciado que parejas de diferentes países se conozcan. También programas de estudios en países comunitarios, como el Erasmus, han contribuido a una integración europea más allá de lo económico y político, trasladándose a la familia. Philippe Jacqué, francés de 34 años y Nuala Morgan, irlandesa de 33, son un ejemplo. Ambos se conocieron en el 2000 en Estrasburgo, donde él estudiaba y ella cursó un año de carrera gracias a una beca. En 2008 se casaron y hoy, afincados en París, tienen un bebé.
“Nadie anda mirando el pasaporte cuando se enamora", afirma Juan (español), que conoció a la que hoy es su mujer, Edyta (polaca) durante una beca Erasmus en 2002. Al principio se comunicaban en inglés, después en polaco. Hoy viven en Polonia y afirman que incluso sus madres se entienden con ayuda del diccionario. Aunque no siempre ambas suegras dan la misma versión de sus conversaciones.
Las historias de encuentros, relaciones y amores europeos, son, en definitiva, las de la vida cotidiana, la que se hace en casa y que, cada vez más, se experimenta con naturalidad.
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