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Putin preside la conmemoración de la victoria soviética sobre los nazis

Un espectacular desfile en el que participaron 14.000 uniformados y un gran despliegue de equipo militar marcó el 67 aniversario de la victoria de Moscú en la II Guerra Mundial

Pilar Bonet
Soldados rusos participan en el desfile hoy en Moscú.
Soldados rusos participan en el desfile hoy en Moscú.Sasha Mordovets (Getty Images)

El jefe del Estado de Rusia, Vladímir Putin, presidió el miércoles en la plaza Roja de Moscú el desfile militar en conmemoración del 67 aniversario de la victoria en la II Guerra Mundial, en el que participaron 14.000 uniformados y un gran despliegue de equipo bélico, incluidos misiles con cabezas nucleares. Este ha sido uno de los primeros actos públicos de Putin desde que tomó posesión de la presidencia de Rusia el pasado 7 de mayo. Al día siguiente, Putin obtuvo el beneplácito de la Duma Estatal para Medvédev como nuevo primer ministro y, según el servicio de prensa del Kremlin, también conversó con el nuevo presidente de Francia, Francois Hollande, en una llamada de felicitación mutua. Además, realizó una llamada a Nicolas Sarkozy, el presidente saliente, para agradecerle el trabajo común y visitó el centro de entrenamiento del equipo ruso de judo que participará en los próximos Juegos Olímpicos de Londres.

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La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (formada por Rusia y otros territorios que hoy son países independientes) perdió más de 26 millones de personas en la II Guerra Mundial, a la que entró en junio de 1941 después de que Hitler rompiera un previo tratado de no agresión e invadiera su territorio. El “día de la victoria” que Rusia conmemora el 9 de mayo es una fiesta con connotaciones tristes, por el alto coste en vidas humanas de la gesta (la URSS fue el país que perdió mayor cantidad de ciudadanos en la guerra) y por el menguante número de veteranos supervivientes.

“No tenemos derecho a olvidar”, dijo Putin desde la tribuna junto al mausoleo de Lenin, donde le acompañaba el jefe de Gobierno Medvédev. El presidente se refirió a la gestación y fortalecimiento de la fuerza del nazismo “a ojos de todo el mundo” y —sin especificar— a una comunidad internacional que no puso “resistencia colectiva a tiempo” a las “intenciones agresivas de los nazis”. La “división entre los países”, la “desconfianza mutua” y la “confrontación ideológica” no permitieron, dijo, evitar la II Guerra Mundial, cuyas lecciones, recalcó, “siguen siendo actuales”.

“Rusia lleva a cabo de forma consecuente una política de reforzamiento de la seguridad en el mundo. Y tenemos el gran derecho moral de defender con determinación y firmeza nuestra posición porque precisamente nuestro país recibió el principal golpe del nazismo, lo combatió con resistencia heroica, sufrió durísimas pruebas, determinó el mismo desenlace de aquella guerra, aplastó al enemigo y liberó a los pueblos de todo el mundo”, sentenció Putin. Y exhortó a los jóvenes a recordar que son “descendientes de los vencedores, de los verdaderos soldados de la libertad”. Tras el desfile, Putin recibió en el Kremlin a una niña afectada de leucemia y conversó también con familiares de infantes de marina muertos en Chechenia en 2000, en el curso de la guerra contra los separatistas de aquella región caucásica integrada en la Federación Rusa.

Es tradicional que los rusos conmemoren el “día de la victoria” con paseos, bailes y canciones populares. Esta vez, algunos de los “paseos populares” estuvieron politizados, ya que miembros de la oposición al Kremlin, como el bloguero Alexéi Navalni o el izquierdista Serguéi Udaltsov, jugaron al gato y al ratón con la policía y los agentes antidisturbios, siendo ora arrestados ora liberados en distintas zonas céntricas de la capital. Las escaramuzas se han prolongado con altibajos desde el 6 de mayo, tras ser violentamente disuelta una manifestación de protesta autorizada en la plaza Bolótnaia de Moscú. Por su parte, el líder comunista Guennadi Ziugánov, seguido de varios miles de camaradas, organizó su propio paseo por el centro con banderas rojas y lemas contra la política del Kremlin.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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