Los cinco juntos otra vez
El poder creciente de los BRICS tendrá una excelente oportunidad de manifestarse en la elección del nuevo presidente del Banco Mundial
Los famosos cinco son más visibles cuanto menos visibles somos los europeos. Son los inconvenientes de las crisis domésticas. Ahí están en la foto cogidos de la mano con los brazos alzados en su cuarta cumbre mundial, celebrada en Nueva Delhi. Cuando celebraron la primera en 2009, la crisis ya iba lanzada, aunque los europeos todavía no fuéramos conscientes. Pesan nuestros pecados, es evidente: el despilfarro, los liderazgos escasos, el euro desgobernado, la desunión; pero pesa más la causa profunda que esa foto de los cinco viene a recordarnos: el poder se desplaza hacia oriente y nuestra crisis no es más que la forma que adopta nuestra incapacidad para sostener el envite.
Así es que fijémonos bien en los cinco: Dilma Rouseff, Dimitri Medvedev, Manmohan Singh, Hu Jintao y Jacob Zuma. Son muy distintos en todo, intereses, rentas o ideas políticas y económicas. Lo ha señalado quien más ha contribuido a la convocatoria, que es el inventor del acrónimo que los designa, Jim O’Neill, presidente de Goldman Sachs, hace ya más de diez años, en clara premonición de su imparable ascenso económico. Los cinco entonces eran todavía cuatro y se llamaban BRIC (Brasil, Rusia, India, China) antes de convertirse en BRICS gracias a Sudáfrica, la ineludible presencia de una potencia africana. Pero siendo tan distintos, hay algo que los une cada vez más: no son Europa, no son Estados Unidos.
Esa imagen induce a muchas reflexiones sobre la dimensión y los orígenes de nuestros problemas. El grueso de la demografía que representan se halla en Asia: más de 2.500 millones de personas, una tercera parte de la humanidad. Lo mismo cabe decir del territorio: además de China e India, Rusia es un país más asiático que europeo en su geografía. Siempre hay peleas entre vecinos, pero los tres países contiguos del macrocontinente euroasiático, Rusia, China e India, acumulan un potencial geopolítico temible. Entremos por un momento en el detalle de las lenguas habladas por la humanidad que representan. Lo más próximo a nuestro mundo es el portugués de los brasileños. El inglés es solo una segunda lengua en India y Sudáfrica, dos países que aportan una lección de diversidad digna de reflexión para los europeos monolingües.
El poder creciente de los BRICS tendrá una excelente oportunidad de manifestarse en la elección del nuevo presidente del Banco Mundial, cargo tradicionalmente reservado para un ciudadano de Estados Unidos. Aunque el presidente Obama se ha cuidado de buscar un candidato muy adecuado para el mundo emergente, una eminencia universitaria progresista como Jim Yong Kim, de origen coreano y dedicado a la medicina social, los BRICS tienen un nombre todavía mejor y más representativo para plantear al menos batalla: Ngozi Okonjo-Iweala, una mujer nigeriana, exministra de Exteriores y de Economía de su país.
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