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El Ejército israelí intercepta a la nueva flotilla rumbo a Gaza

El barco canadiense 'Tahrir' y el irlandés 'Saoirse' han sido desviados al puerto israelí de Ashdod. Desde allí los 27 activistas serán repatriados a sus países de origen

El barco canadiense 'Tahrir' de la tercera flotilla rumbo a Gaza
El barco canadiense 'Tahrir' de la tercera flotilla rumbo a Gaza

Las esperanzas de los activistas de la flotilla Freedom Waves (Oleadas de Libertad) se han frustrado hoy poco después de las 16.00 (hora local, las 17.00 en España) en su empeño por alcanzar la Franja de Gaza y romper el bloqueo israelí. Varios buques de la Armada de Israel interceptaban al canadiense Tahrir (“Liberación” en árabe) y al irlandés Saoirse (“Libertad” en gaélico) después de que sus capitanes se negaran a darse la vuelta o desviarse hacia un puerto egipcio, tal y como les sugería la tripulación israelí en el primer contacto realizado entre los barcos.

Poco después, el jefe de Estado Mayor de la Defensa Israelí, Benny Gantz, daba la orden de abordar los buques de la flotilla, instando a los militares a evitar el uso de la fuerza en la medida de lo posible. El abordaje se ha producido minutos después de las 4 de la tarde, una vez que los activistas reiteraran en un documento difundido por las redes sociales su intención de no oponer resistencia en caso de ser abordados por las fuerzas de seguridad israelíes. Minutos antes se interrumpían las comunicaciones entre los activistas del Tahrir y la sede en Vancouver de Canadian Boat to Gaza, una de las organizaciones patrocinadoras de la flotilla y que durante un año y medio ha estado preparando el viaje de los activistas, recaudando 400.000 dólares por todo el país.

“Esperamos que no les haya pasado nada”, aseguraba a este periódico por teléfono Derrick O`Toole, uno de sus portavoces y miembro de la campaña internacional Freedom Waves. Por el momento se desconoce si ha habido incidentes durante el abordaje pero minutos antes de que se produjera uno de los activistas del Tahrir escribía en su cuenta de twitter: “El abordaje de Tahrir por parte de la Armada israelí es un acto de piratería estatal”. Casi a la misma hora, el Ejército difundía en Internet un vídeo en el que un soldado avisa a los barcos a través de un megáfono: “Su intento va en contra de la legalidad internacional”, a lo que responde alguien desde uno de los barcos: “El bloqueo a Gaza sí que es ilegal”. A continuación, el soldado les sugiere que se desvíen al puerto israelí de Ashdod.

Así termina el tercer intento de una flotilla internacional de romper el bloqueo de la Franja de Gaza. Las dos anteriores también fracasaron. La primera, en mayo de 2010, cuando el asalto israelí al Mavi Mármara, el buque insignia de la “Flotilla de la Libertad” se saldó con nueve activistas turcos muertos (uno también con nacionalidad norteamericana).

La segunda, el pasado mes de julio. Varios de sus buques ni siquiera pudieron zarpar de la costa griega donde permanecieron retenidos por las autoridades durante días, después de sufrir constantes averías en los barcos en lo que los organizadores llamaron “constantes actos de sabotaje”. Por eso, los miembros de esta Freedom Waves han mantenido en secreto sus intenciones durante los 18 meses que han durado los preparativos y sólo las han hecho públicas una vez abandonado el puerto turco desde el que zarpaban el miércoles y estando ya en aguas internacionales. “Si no es esta vez, será otra. Llegarán más y más flotillas. Lo importante es que la comunidad internacional es cada vez más consciente de lo que hace Israel cuando alguien contraviene sus órdenes”, asegura desde su oficina de Canadá, Derrick O’Keefe.

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