Correa gana por la mínima la consulta para reformar la justicia de Ecuador
El resultado es el primer revés para el presidente tras cuatro años en el poder
Con casi el 100% de los votos escrutados oficialmente, el presidente ecuatoriano Rafael Correa puede decir con seguridad que ha ganado el referéndum del pasado 7 de mayo. Pero no puede decir que lo haya ganado con holgura, como afirmó el mismo sábado de la consulta, incluso antes de conocer los resultados a pie de urna. Los ecuatorianos han dicho 'sí' al Gobierno en las 10 preguntas que planteó el referéndum, pero en las dos más polémicas, las que le permitirán controlar la justicia y la prensa, la ventaja para las pretensiones de Correa fue especialmente mínima.
Respecto de la reforma judicial, el referéndum planteaba la sustitución del actual Consejo del Poder Judicial, máximo órgano del sistema y responsable de nombrar a los más altos magistrados, por una comisión integrada por tres delegados designados por el Ejecutivo, la Asamblea Nacional y por la Función de Transparencia y Control Social -los tres responden al presidente- para que en 18 meses reformen el sistema a la medida de Correa. En cuanto a la prensa, el Gobierno propuso la formación de un comité de vigilancia para controlar los contenidos en los medios de comunicación.
Recientemente, el parlamentario de la gubernamental Alianza País, César Rodríguez, reconoció que el gran número de votos contrarios a las propuestas del Gobierno suponía un mensaje claro de "insatisfacción con el ejercicio de Gobierno". Rodríguez reconoció que, a pesar de que la mayoría se pronunció por el sí, también hubo un porcentaje significativo de la población que no parece conforme "con la aplicación de la política pública". "El resultado hay que analizarlo con madurez, objetividad, sensatez", aseguró Rolando Panchana, vicepresidente de la Asamblea Nacional. "Tenemos que recoger este mensaje y procesarlo, analizarlo, debatirlo y devolverle a la ciudadanía uno corregido", añadió.
Hasta el todopoderoso ministro de la Administración Pública, Vinicio Alvarado, reconoció que el resultado de la consulta "obliga a hacer una reflexión interna" para ver si, "como ejercicio de gobierno", no se está siendo "contundente para determinados sectores". Y es que en poco más de cuatro años en el poder, Correa ha acudido a las urnas varias veces -elecciones, referéndum constitucional- y en todas ha obtenido una victoria aplastante. Pero la tendencia cambió claramente en la última consulta y cierta fatiga comienza a notarse.
De hecho, el Gobierno ha anunciado ya varios cambios en el Gabinete en respuesta a la pérdida de popularidad. Los analistas políticos en Ecuador creen que la tradicional polarización política del país se ha profundizado tras la consulta y que ahora será más difícil gobernar. Y es que la pérdida de figuras fuertes del propio movimiento de Correa hará enfrentarse al presidente no solo a la derecha tradicional, sino a las propias fuerzas de la izquierda. El expresidente Oswaldo Hurtado, figura clave de la oposición, confirma el aumento de la polarización arguyendo que en el voto por el 'no' "confluyeron el centro, la derecha y la izquierda e importantes movimientos sociales, como la confederación de pueblos indígenas y los maestros".
Los expertos creen que Correa tendrá que suavizar sus posiciones autoritarias y buscar un mayor consenso tanto con los grupos políticos como con los actores sociales para gobernar hasta las elecciones de 2013. El voto por el 'no', aunque se trate de ciudadanos que le apoyan, es un mensaje para que modere el estilo de gobierno. Más que continuar con su arrolladora "revolución ciudadana", Correa deberá frenar su ímpetu transformador para consolidar los cambios que ya ha hecho y dar estabilidad a un país que vive con sobresaltos desde que comenzó el milenio.
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