Un piloto afgano mata a ocho soldados y un contratista de EE UU
Los talibanes reivindican el atentado más mortífero que sufre la OTAN
Ocho soldados norteamericanos de la OTAN y un contratista también estadounidense han muerto hoy a manos de un piloto de las fuerzas afganas, que disparó a bocajarro contra ellos tras una discusión en la base aérea adyacente al aeropuerto internacional de Kabul. Es el atentado más mortífero que sufre Estados Unidos en Afganistán desde diciembre de 2009, cuando siete agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EE UU murieron en un ataque suicida perpetrado por un agente doble jordano en la base Chapman, en la provincia oriental de Jost, limítrofe con Pakistán. Para la Alianza Atlántica, este ataque convierte abril en el mes con mayor número de bajas de 2011.
El tiroteo ha ocurrido a media mañana, según informó un portavoz de la Fuerza Internacional para la Seguridad en Afganistán (ISAF). En el suceso fue abatido el piloto y dos de los militares afganos presentes resultaron heridos. El Gobierno ha abierto una investigación.
Según fuentes militares afganas, el atacante era Gul Ahmed, un "veterano piloto militar", que sufría "problemas mentales" y que disparó contra sus colegas extranjeros, bien por ese motivo o bien porque había sido reclutado por los talibanes. El portavoz de la Fuerza Aérea afgana, coronel Bahader, declaró que el tiroteo ocurrió en una sala de operaciones de la base aérea. "De repente, en mitad de la reunión, comenzaron los disparos. Vimos a oficiales y soldados afganos salir corriendo del edificio. Algunos incluso saltaron por las ventanas", ha contado Bahader.
El portavoz talibán Zabiulá Muyahid atribuyó la autoría de la acción al movimiento insurgente. En el comunicado enviado a los medios internacionales, los talibanes aseguran que el tiroteo se debió a un "agente camuflado" que utilizó un uniforme militar para acceder a la instalación gracias a un contacto. El Gobierno afgano aún no se ha pronunciado al respecto.
Los ocho soldados de la OTAN fallecidos hoy se suman a los 44 miembros de la Alianza Atlántica que han perdido la vida a lo largo de este mes de abril, que ya se ha convertido en el mes más sangriento para las fuerzas internacionales en lo que va de 2011, según datos del portal icasualties.org. Todo apunta a que el ataque es el último de los perpetrados contra las fuerzas internacionales presentes en Afganistán, y cuerpos de seguridad afganos que cooperan con ellas, por insurgentes infiltrados en la policía y los Ejércitos o camuflados con sus uniformes. Como el ocurrido el 25 de agosto de 2010, cuando dos guardias civiles y un intérprete resultaron muertos por un infiltrado en la base española de Qala i Naw. Y, sin ir tan lejos, el pasado día 15, un rebelde vestido con un uniforme de la policía mató al jefe de este cuerpo en la conflictiva ciudad sureña de Kandahar.
La OTAN, que tiene unos 150.000 efectivos desplegados en el país centroasiático, comenzará en julio de este año a transferir gradualmente la responsabilidad de la seguridad al Ejército y policía afganos, un proceso que debe concluir en 2014, según los plazos previstos.
Aumentan los ataques de los talibanes infiltrados
Estos son los atentados más importantes llevados a cabo por terroristas infiltrados en la fuerzas de seguridad de Afganistán contra militares extranjeros y afganos:
30 de diciembre de 2009. Un ataque suicida de un agente doble, vinculado a Al Qaeda, contra una base de EE UU en Kohst (este del país) mata a siete miembros de la CIA.
25 de agosto de 2010. Un talibán infiltrado en la policía afgana mata a dos guardias civiles españoles y a su intérprete en una base militar en Qala-i-Naw.
30 de noviembre 2010. Seis soldados de EE UU mueren por los disparos de policía afgano durante una misión de entrenamiento en la provincia de Nangarhar.
18 de febrero de 2011. Un hombre con uniforme del Ejército afgano mata a dos soldados alemanes a tiros en provincia norteña de Baghlan.
4 de abril de 2011. Un policía afgano mata a dos soldados de EE UU en la región de Faryab, al norte del país.
16 de abril de 2011. Nueve soldados de la OTAN y del Ejército afgano mueren en un atentado suicida en una base militar en la provincia de Laghman
18 de abril. Un insurgente vestidos con uniforme del ejército afgano abre fuego
dentro del Ministerio afgano de Defensa en el centro de Kabul, matando a dos empleados e hiriendo a siete.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.