Aznar considera a Gadafi un "amigo extravagante" de Occidente
El expresidente del Gobierno critica la intervención militar en Libia por el apoyo del dictador a la lucha contra el terrorismo.- El exgobernante afirma que será "muy complicado" para España pagar su deuda
De "amigo extravagante" ha calificado José María Aznar al dictador libio Muamar el Gadafi. El expresidente del Gobierno español, en una conferencia pronunciada en inglés el pasado lunes en la escuela de negocios de la Universidad de Columbia (Nueva York), criticó la intervención militar en Libia, ya que Gadafi apoya "los esfuerzos del mundo occidental contra el terrorismo".
Durante su intervención, Aznar reconoció que el mandatario libio antes financió el terrorismo y "era un desastre". Pero a raíz de la invasión de Irak, en 2003, "se puso a pensar: 'si hay cambio de régimen en Irak, a lo mejor habrá cambio de régimen aquí, lo que quiere decir que me cambiarán a mí (por otro)". Y decidió "eliminar y abandonar todos los programas de armas nucleares, biológicas y químicas. Y lo abandona completamente".
Así, según el exjefe del Gobierno, Gadafi, al que la ONG Human Rights Watch acusa de utilizar bombas de racimo contra la población de Misrata, que sería de fabricación española, "se convierte en un amigo extravagante, pero en un amigo, al tomar estas decisiones. Y la consecuencia es que los países occidentales le atacan".
El integrante español de la famosa foto de las Azores lamentó la incoherencia de la actual política de Estados Unidos, al "respaldar a los rebeldes (libios) sin siquiera saber quiénes son los rebeldes". Esta política de intervención militar contra Gadafi "corre el riesgo de montar un buen lío", según el presidente de la Fundación Faes, ya que enseña a los regímenes de Oriente Próximo que deben "mantenerse en el poder, no hacer reformas, y contar con armamento muy potente" para no ser atacados. "Si tienes armamento nuclear no se producirá ningún ataque contra ti", dijo, en referencia aparente a Irán.
Aznar se quejó además de que los países occidentales no actúan de la misma forma contra los regímenes iraní o sirio. "Los manifestantes en Siria e Irán apelaron a Occidente para que les apoyara, pero este país (EE UU) y los países europeos no hicieron nada", dijo. En contraposición, "es muy difícil entender una política que deja que los amigos caigan y que los enemigos permanezcan en el poder", afirmó, mientras que han dado la espalda a otros "amigos" en el pasado, en referencia a los expresidentes de Egipto, Hosni Mubarak, y de Túnez, Zine el Abidine Ben Alí.
Horas más tarde, visto el revuelo que han generado sus declaraciones, la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), que preside José María Aznar, ha matizado las declaraciones de este al asegurar que el expresidente español no considera a Gadafi "ningún amigo".
Dificultades para pagar la deuda
En la conferencia, en teoría centrada en la Unión Europea, el expresidente del Gobierno afirmó que será difícil para España pagar su deuda debido a la subida de tipos de interés decidida a principios de abril. "En este momento, es posible que nuestros amigos del Banco Central digan: ahora decidimos subir los intereses, y eso es un problema para nosotros, en términos de pagar nuestra deuda, es muy muy complicado". Además, "el crédito para las empresas será más limitado y las posibilidades de recuperar la economía serán más duras para los españoles", continúo.
El exgobernante aseguró que España necesita "un nuevo y más responsable liderazgo político" que sea "capaz de generar confianza al ofrecer más resultados de lo que los mercados financieros y otros líderes europeos están esperando" del país.
Aznar, que pidió "reformas profundas en la gobernanza económica europea para reestablecer los pilares del crecimiento", alertó contra el peligro latente que para Europa supondría "una alianza de progresistas, buenistas y eternos adolescentes, que nunca dará lugar a una sociedad unida, ni será capaz de garantizar la seguridad, el ejercicio de la libertad o el verdadero progreso de las personas".
"El antiembajador Aznar"
Tras conocer el contenido de la conferencia de Aznar, el ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, ha exigido a Mariano Rajoy que desmienta hoy mismo a José María Aznar. "Si el líder del PP tiene autoridad dentro de su partido, debe dar una respuesta contundente", porque de lo contrario será "cómplice" de las palabras del expresidente, ha subrayado.
"Que diga cómo el señor Aznar es el único líder europeo que no apoya lo que estamos haciendo en Libia. No sabemos la razón de estas declaraciones, por qué dice que es amigo suyo, si es porque es amigo de su familia o porque apoya a una persona que masacra a los que defienden la libertad y la democracia", ha señalado.
Por su parte, la secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, Elena Valenciano, también ha criticado las palabras de Aznar. "Con tal de hacer daño a España y al Gobierno de Zapatero, no le importa hacer el ridículo internacional", ha afirmado Valenciano en un comunicado. A su juicio, no hay un solo ejemplo de expresidente democrático en el mundo "que asuma la tarea de desgastar la imagen de su propio país ante el resto de la comunidad internacional" exclusivamente por un puro interés electoral, afirma la dirigente socialista.
Salgado: Aznar demuestra cierta "ignorancia" sobre la deuda
La vicepresidenta y ministra de Economía y Finanzas, Elena Salgado, ha criticado abiertamente las palabras del expresidente José María Aznar, que hace unos días afirmó en Nueva York que España no va a ser capaz de pagar su deuda por la subida de los tipos de interés. "Los tipos del BCE han subido 25 puntos básicos (del 1% al 1,25%), mientras que la prima de riesgo ha llegado a bajar 100 puntos básicos. Esas declaraciones demuestran cierta ignorancia y además son malintencionadas". "Habría que pedirle a Aznar la responsabilidad que debe tener quien ha ocupado un puesto tan importante. No olvido que fue presidente del Gobierno. Me gustaría que él tampoco lo olvidara", ha sentenciado en una comparecencia ante la prensa española posterior a la cumbre del G-20 y del FMI.
Los mercados han castigado la deuda española durante los últimos días tras unas declaraciones del ministro de Finanzas alemán sobre la posibilidad de reestructurar la deuda de Grecia. España tiene varios frentes abiertos, prácticamente en todos los ámbitos, y Salgado salió a defender el punto de vista del Gobierno, con una idea por encima de todas: "No estamos en absoluto en la situación que estábamos cuando Irlanda pidió el rescate", el pasado noviembre.
La prima de riesgo estaba entonces en 280 puntos básicos (el sobreprecio que paga España en relación a los intereses que abona Alemania por su deuda); las reformas rebajaron esa cifra hasta los 170 puntos, pero la tensión ha vuelto a situar la deuda por encima de los 200. "No hay ni un solo dato que justifique esa tensión, el calendario de reformas va por buen camino y los compromisos de reducción del déficit se están cumpliendo: en todo caso la subida de la prima de riesgo se explica por causas ajenas a la política económica española", dijo en relación a las declaraciones del ministro alemán.
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