Muere un preso en Guantánamo
Un afgano, interno ocho años, fallece de una embolia pulmonar, según EE UU.- Se ha abierto una investigación para determinar las causas
Un prisionero de origen afgano recluido en el centro de detención de Guantánamo murió el pasado martes por la tarde tras sufrir un colapso en la ducha después de haber estado haciendo ejercicio. Según las autoridades militares, Awal Gul, 48 años, falleció de causa naturales debido a una embolia pulmonar o un ataque al corazón, como parece indicar la autopsia, aún por concluir. Aun así, se ha abierto una investigación paralela para determinar con exactitud las causas de la muerte.
Gul estaba encerrado en Guantánamo desde octubre de 2002 y era uno de los presos que más tiempo llevaba en el centro creado a principios de ese año. Acusado de ser un comandante del Ejército talibán que reclutaba soldados para atacar a EE UU, el afgano también era sospechoso de haber tenido lazos con Al Qaeda y haber servido a las órdenes de Osama Bin Laden.
Los guardias alertaron inmediatamente al personal médico, los cuales al llegar a la celda lo encontraron "inconsciente", informa el Ejército en un comunicado. Gul fue llevado al área médica dentro del campo donde resida y fue transferido al hospital de la base, pero no pudo ser revivido.
Desde que existe Guantánamo, siete presos han perdido la vida, incluido Gul. De los otros seis, cinco fallecieron tras cometer suicidio y uno por cáncer de colon. En la actualidad, en la base militar de EE UU en Cuba hay poco más de 170 presos pero llegó a haber más de 800. En estos días se prevé la repatriación del cadáver.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.