La ONU repartirá la ayuda humanitaria confiscada a la flotilla en Gaza
Un ministro israelí anuncia que en los próximos días se darán a conocer nuevas medidas para aliviar el embargo que asfixia a la población de la franja
Naciones Unidas repartirá la ayuda humanitaria que la flotilla de la libertad trató de transportar a Gaza antes de ser abordada por la Armada israelí. Así lo ha anunciado un alto funcionario ante el Consejo de seguridad de Naciones Unidas, dos semanas después del asalto marítimo que se saldó con nueve activistas muertos en aguas internacionales. Hamás, el movimiento islamista que gobierna la franja de Gaza, se había negado hasta ahora a aceptar la entrada de la ayuda debido a la negativa israelí a dejar pasar parte del cargamento como cemento, por considerar que podría ser utilizado con fines bélicos. Ahora, el Gobierno israelí habría aceptado la entrada de todo el material siempre que Naciones unidas se encargue de repartirlo.
Fuentes de la ONU en Jerusalén han confirmado esta tarde el acuerdo alcanzado para distribuir las 10.000 toneladas de ayuda que se incautaron las autoridades israelíes. Medicinas, material hospitalario, de construcción y educativo constituye el grueso de las mercancías que distribuirá la ONU entre el depauperado millón y medio de habitantes de la franja.
"El Gobierno de Israel ha aceptado liberar todo el cargamento y entregárselo a Naciones Unidas en Gaza, bajo el entendimiento de que será Naciones Unidas quien determinará el correcto fin humanitario en Gaza", ha indicado Robert Serry, coordinador de la ONU para Oriente Próximo ante el Consejo de Seguridad. Serry ha calculado que el convoy humanitario es a todas luces insuficiente para cubrir las necesidades de la franja.
Medidas para aliviar el embargo
El acuerdo coincide con las declaraciones del ministro israelí de bienestar, Isaac Herzog, quien hoy ha anunciado que en los próximos días se darán a conocer nuevas medidas para aliviar el embargo que asfixia a la población de Gaza desde hace tres años. "Ha llegado el momento de poner fin al embargo en el formato actual. No aporta ningún beneficio a Israel y sin embargo supone un gran problema desde el punto de vista diplomático y de imagen", indicó Herzog a la radio israelí. Algo similar adelantó ayer en Luxemburgo Tony Blair, el enviado de la comunidad internacional para Oriente Próximo, donde se reunió con los dirigentes europeos.
El asalto a la flotilla ha desatado una oleada de presión internacional sobre Israel para que ponga fin al embargo con el que pretende debilitar al gobierno islamista de Gaza. Nuevas embarcaciones dispuestas a romper el bloqueo, procedentes esta vez de Irán y Líbano auguran nuevas tensiones frente a las costas de Gaza.
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