El testigo Ciancimino afirma que Forza Italia nació de la negociación entre el Estado y la mafia
El hijo de un ex alcalde mafioso de Palermo sostiene ante los jueces que Provenzano amenazó con secuestrar al hijo de Berlusconi.- Marcello Dell'Utri acusa a la fiscalía de Palermo de estar tras "un diseño criminal"
"Forza Italia es el fruto de la negociación" entablada entre el Estado y la mafia siciliana tras los atentados que acabaron con la vida de los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino en 1992. Lo ha afirmado este lunes en el tribunal búnker de la cárcel Ucciardone de Palermo Massimo Ciancimino, hijo del ex alcalde mafioso de la ciudad, durante su tercera y última declaración en el juicio contra el general Mario Mori y el coronel Mauro Obinu, acusados de no haber detenido al capo de Cosa Nostra, Bernardo Provenzano.
Según Ciancimino, en 1994 Provenzano escribió uno de sus célebres pizzini dirigido al senador Marcello Dell'Utri y a Silvio Berlusconi, cofundadores de Forza Italia en 1993. Massimino recibió el mensaje del capo, que finalmente fue detenido en 2005, y se lo llevó a su padre, don Vito, que estaba en la cárcel. El papelito ha sido leído en la sala y en él Provenzano escribió lo siguiente: "Quiero dar mi contribución, que no será inútil, para que este triste evento no suceda, y estoy convencido de que Berlusconi podrá poner a disposición sus canales televisivos".
Según Ciancimino, el "triste evento" del que hablaba Provenzano era el secuestro de uno de los hijos del primer ministro, con el que la mafia habría amenazado al fundador de Forza Italia si no se plegaba a sus intenciones.
"Mi padre", ha explicado Ciancimimo, "me dijo que ese documento, junto a la inmunidad de la que gozó Provenzano y el nunca realizado registro del escondite de Totò Riina, era el fruto de una única negociación que se había realizado durante los últimos años. Con ese mensaje, Provenzano quería reclamar al partido Forza Italia, nacido gracias a la negociación, que volviera sobre sus pasos y no olvidase que el mismo Berlusconi era el fruto de ese acuerdo".
Niccolò Ghedini, abogado de Silvio Berlusconi, ha salido al paso de las acusaciones de Ciancimino, y ha señalado que carecen de todo fundamento, amenazando con una querella por difamación.
Por su parte, el testigo, considerado creíble por los magistrados de Palermo Antonio Ingroia y Nino di Matteo (sucesores de Falcone y Borsellino), ha revelado que en los últimos días ha recibido nuevas amenazas, entre ellas un papel depositado en el parabrisas de su coche que afirma: "No te salvarán ni los jueces de Palermo".
Dura la reacción de la mayoría de centro derecha. "Estamos en la pura invención que roza, o mejor entra con toda certeza, en el terreno de la locura", ha dicho Marcello Dell'Utri, que añade: "Nosotros no éramos el Estado. En todo caso, aparte de eso, nunca hemos estado en condiciones de formar parte de esos discursos". Mientras, el ministro de Justicia, el también siciliano Angelino Alfano, ha considerado las declaraciones de Ciancimino "una emboscada al Gobierno".
Dell'Utri ha añadido que detrás de las declaraciones de Massimo Ciancimino "hay un diseño criminal" y que detrás de ese proyecto "está la fiscalía de Palermo". El ataque del senador a los fiscales supone un insólito precedente en el choque entre la política y la justicia.
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