China y EE UU ahondan sus diferencias por la infravaloración del yuan
El presidente norteamericano dijo ayer que iba a adoptar una posición comercial más dura con Pekín y criticó el tipo de cambio del yuan
Como si de una enconada partida de ping-pong se tratase, Estados Unidos y China no han dejado de lanzarse en los últimos días acusaciones y advertencias alrededor de los numerosos puntos de fricción que presiden las siempre complejas relaciones entre los dos países, como el valor de la moneda china, Taiwan, Tíbet, las disputas comerciales y la censura en Internet.
Hoy le ha tocado el turno a Pekín. Ma Zhaoxu, portavoz de Exteriores, ha rechazado las amenazas estadounidenses y la intención de Washington de endurecer su postura sobre los conflictos comerciales mutuos y lo que considera la infravaloración del yuan. Ma ha dicho que las críticas no servirán de ninguna ayuda y ha defendido que el valor de la divisa china se encuentra en un nivel razonable. "Las acusaciones erróneas y la presión no contribuirán a resolver el asunto", ha señalado.
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo ayer ante los senadores demócratas que Pekín debe respetar las normas del comercio internacional y abrir más sus mercados, y que, si Estados Unidos consigue "competir en igualdad de oportunidades", mantendrá el liderazgo mundial en el siglo XXI, en contra de lo que aseguran muchos expertos, que creen que pasará a China.
Obama se comprometió a endurecer los controles para que se cumplan las reglas del comercio y sugirió que se empleará a fondo para que el país asiático aprecie su moneda, que, según el Instituto Peterson de Economía Internacional -con sede en Washington, pero financiado por fundaciones y corporaciones privadas-, está infravalorada un 30% respecto a todas las divisas mundiales y un 40% respecto al dólar. "Lo que vamos a hacer es intentar ser mucho más duros sobre la aplicación de las regulaciones existentes, y presionar de forma constante a China y otros países para que abran sus mercados de forma recíproca", dijo Obama, quien, sin embargo, aseguró que no recurrirá al proteccionismo porque "sería un error".
Ventajas competitivas
Los fabricantes estadounidenses se quejan desde hace años de las ventajas competitivas que el yuan otorga a los exportadores chinos y el coste que esto ha supuesto en puestos de trabajo para Estados Unidos.
Ma ha insistido en que el nivel de la moneda nacional, también llamada renminbi, es "razonable y equilibrado", y que Pekín no persigue de forma deliberada un superávit comercial con Washington. "La tasa de cambio del renminbi no es la razón principal del déficit de Estados Unidos con China", ha afirmado la portavoz.
Algunos académicos chinos han visto las declaraciones de Obama como un espectáculo político, destinado a mejorar su popularidad de cara a las elecciones al Congreso que tendrán lugar este año.
Las disputas sobre la economía vienen a sumarse a los desencuentros en otros campos, sucedidos en las últimas semanas. China advirtió el miércoles pasado a Obama sobre su intención de reunirse con el Dalai Lama durante su visita a Estados Unidos este mes. Pekín considera al líder budista tibetano un separatista, aunque éste asegura que sólo busca una autonomía real para la región del Himalaya. China ha mostrado también su ira por la prevista venta de armamento estadounidense a Taiwan por valor de 6.400 millones de dólares, mientras que los dos países han cruzado acusaciones sobre la censura en Internet. La empresa estadounidense Google anunció a mediados de enero que podría abandonar China como resultado de la censura y los ciberataques que han sufrido sus ordenadores y los correos de disidentes chinos que utilizan su servicio Gmail.
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