EE UU investigará el escándalo del personal de seguridad contratado en la embajada de Kabul
La organización Project on Government Oversight difunde fotos y vídeos explícitos de empleados de ArmorGroup borrachos y vejando a un trabajador
La oficina del Inspector General del Departamento de Estado norteamericano ha decidido abrir este miércoles una investigación a la empresa contratista ArmorGroup, después de las denuncias de la organización independiente Project on Government Oversight (POGO) que ha difundido fotos y vídeos de algunos empleados en la embajada de EE UU en Afganistán borrachos, semidesnudos y vejando a uno de los trabajadores.
Según POGO, estos contratistas privados han puesto en peligro la seguridad de la sede diplomática en Kabul, en momentos en que la violencia está en aumento en el país asiático. La organización ha acusado a ArmorGroup de no ofrecer el equipo apropiado para proteger la embajada, de tener a empleados saturados de trabajo por la escasez de guardas y por llevar prostitutas a fiestas "salvajes". Todo el material ha sido enviado a la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton.
La empresa emplea a 450 guardas para suministrar seguridad en la embajada en Kabul con un contrato de cinco años -extendido el pasado junio- que le cuesta al Gobierno estadounidense 189 millones de dólares. POGO inició la investigación después de recibir denuncias de los mismos empleados, según reseña The Washington Post
El informe resalta varias ocasiones en que los guardas llevaron mujeres que se cree eran prostitutas a Camp Sullivan y se filmaron en vídeos bebiendo alcohol y parcialmente desnudos. También resalta los problemas de comunicación entre los empleados, muchos de los cuales no hablan inglés y tienen problemas para entender las órdenes de sus superiores estadounidenses.
En las fotos también se ve a guardas utilizando tangas, bailando alrededor de una fogata y orinando mientras otros le toman fotos. Uno de los vídeos muestra cómo derraman alcohol en la espalda de un empleado nuevo y luego tratan de beberlo mientras el líquido se desliza por las nalgas.
Estas son las últimas de una serie de acusaciones de conductas lascivas y pervertidas de contratistas privados de seguridad utilizados por el Gobierno estadounidense para resguardar sus instalaciones en Irak y Afganistán.
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