Obama anuncia el restablecimiento de los tribunales militares de Bush para juzgar a los presos de Guantánamo
El presidente estadounidense, sin embargo, pedirá al Congreso más garantías para los detenidos en los procesos que han despertado tantas críticas internacionales
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha anunciado este viernes el restablecimiento de los tribunales militares creados por la Administración Bush para juzgar a algunos presos de Guantánamo, y que su supensión fue una de las primeras medidas que tomó al llegar a la Casa Blanca en enero pasado. Sin embargo, para calmar los ánimos caldeados de las organizaciones de derechos humanos que se oponen a esta medida, el mandatario estadounidense pedirá al Congreso aumentar las garantías de los acusados para afrontar sus juicios.
Obama ha anunciado que pedirá un período adicional de 120 días para celebrar los juicios pendientes para que así el Gobierno pueda cambiar los procedimientos y dar más garantías a los detenidos. El nuevo sistema limitará el uso de rumores, prohibirá las declaraciones obtenidas mediante tratamientos "crueles", dará a los acusados más amplitud para escoger a sus abogados y proporcionará más protección si no deciden no testificar.
Los jueces de las nuevas comisiones militares también podrán establecer la jurisdicción de sus propios tribunales, ha explicado. Según Obama, las reformas "comenzarán a restablecer las comisiones como un foro legítimo para el enjuiciamiento, al tiempo que las adaptan al Estado de Derecho".
El presidente ha prometido también colaborar con el Congreso para reformas adicionales que permitan que estas comisiones "enjuicien de manera efectiva a los terroristas y sean un camino, junto a los juicios en tribunales federales, para la administración de la Justicia".
"Éste es el mejor camino para proteger nuestro país al tiempo que respetamos nuestros valores más queridos", ha destacado Obama.
Oposición de grupos de derechos humanos
Actualmente hay 241 detenidos en la base estadounidense en Guantánamo, que Obama prometió cerrar en enero de 2010. Los resucitados tribunales no juzgarán a todos los presos, sino a algunos de los sospechosos de pertenecer a la red terrorista Al Qaeda. Entre ellos se encuentran cinco acusados de haber participado en la trama para los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra EEUU, entre ellos el supuesto "cerebro" de la operación, Jalid Sheij Mohamed. Además, las comisiones podrían juzgar a otros presos sospechosos de terrorismo que se capturen en el futuro.
Para Amnistía Internacional (AI), el resucitar estos tribunales militares haría un flaco servicio a la Justicia. "No se puede andar remendando un sistema que es esencialmente injusto", afirma el experto de AI para Estados Unidos Rob Freer, según un comunicado de la organización publicado hoy. En opinión de Amnistía Internacional, el nuevo Gobierno estadounidense debería acabar con esas comisiones, retirar todas las acusaciones presentadas al amparo de la correspondiente ley, contra la que votó en su día el senador Obama, y trasladar inmediatamente a Estados Unidos a cualquier detenido de Guantánamo al que se acuse formalmente.
Obama, que al llegar a la Casa Blanca ha anunciado medidas para que Estados Unicos comience una nueva era de respeto a los derechos humanos, ha tomado esta decisión presionado por el Congreso, que le ha pedido un plan acerca de cómo será el tratamiento de los detenidos en Guantánamo para autorizar el dinero que permitirá el cierre esa prisión establecida tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
"El presidente tendrá que remitir al Congreso, por escrito, un plan detallado acerca del destino de cada uno de los individuos detenidos hasta el 30 de abril de 2009", determina el texto redactado por la Cámara. Además, los legisladores exigen a la Casa Blanca "un análisis previo acerca de cualquier riesgo que el desplazamiento de los presos pueda suponer a la seguridad nacional".
EE UU libera a un detenido de Guantánamo y lo envía a Francia
Las autoridades estadounidenses han liberado hoy a un preso de Guantánamo, que formaba parte de un caso emblemático por el que el Tribunal Supremo de EE UU decidió conceder a los reos en esa prisión el derecho legal a cuestionar su detención. El detenido, el argelino Lakhdar Boumediene, fue liberado y volaba desde Guantanamo a Francia, donde le esperaban algunos familiares, según fuentes oficiales.
El ex presidente George W. Bush, dijo en 2002 que seis argelinos, entre ellos Boumediene, habían planeado atacar con bombas la embajada estadounidense en Sarajevo. Pero un juez federal sentenció en noviembre pasado que Boumediene y cuatro de sus otros compatriotas deberían ser liberados de Guantánamo, donde habían estado recluidos casi siete años tras deteminar que las acusaciones en su contra sólo se basaban en una sola fuente anónima cuya credibilidad no podía confirmarse.
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