Los caimanes custodios del 'narco'
Un traficante los usaba para amedrentar e incluso deshacerse de sus enemigos
Un cabecilla del narcotráfico logró escapar ayer del cerco de 200 agentes de la policía en una favela de la ciudad brasileña de Río de Janeiro; tras su huida, los agentes encontraron en su casa dos pequeños caimanes que utilizaba para amenazar a vecinos y rivales. Según fuentes policiales, los animales, a pesar de su pequeño tamaño —uno, de 40 centímetros de largo, y otro, de 80— eran usados también para hacer desaparecer los cuerpos de los traficantes rivales.
Los agentes se toparon con las peculiares mascotas de Araña, alias por el que se conoce al traficante huido, durante una operación en la que atraparon a tres hombres relacionados con el narcotráfico en la comunidad de Coréia, una de las barriadas más peligrosas de Río, de acuerdo con la Policía Civil.
El delegado del departamento de robos de automóviles de la policía, Ronaldo Oliveira, responsable de la operación, afirmó que "los caimanes son un símbolo de poder" de los involucrados en el tráfico de drogas.
Oliveira aseguró en declaraciones a medios locales que, "cuando los criminales de un bando capturan a un traficante rival, lo matan y se lo dan a los caimanes". Durante la operación, los policías también se incautaron de una ametralladora calibre 30, tres granadas, dos fusiles, ocho kilos de marihuana y 5.000 sobres de cocaína, según la relación de la Secretaría de Seguridad del Estado de Río de Janeiro.
De la especie yacaré overo, los caimanes, que la policía ya considera "nuevas armas" de los delincuentes, serán conducidos al Departamento de Protección al Medio Ambiente de la policía para que los lleve al zoológico.
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