Morales amenaza con imponer visados a la UE si aprueba la 'directiva de retorno' de inmigrantes

El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha amenazado este lunes con bloquear las negociaciones comerciales entre la UE y la comunidad andina e imponer restricciones en los visados europeos si se aprueba la llamada directiva de retorno de los inmigrantes ilegales, que él considera la "directiva de la vergüenza".

En una carta remitida a las autoridades de la Unión Europea (UE), el mandatario boliviano dice que, la "directiva de retorno", tal como se plantea hoy, es una "directiva de la vergüenza", por lo que llama a la UE a elaborar una política migratoria "respetuosa con los derechos humanos" y que permita "mantener un dinamismo provechoso para ambos continentes".

Los veintisiete aprobaron el pasado jueves por unanimidad la directiva de retorno de inmigrantes ilegales, que aún debe ser ratificada por el Parlamento Europeo el día 18 para su entrada en vigor.

Morales asegura que, si sale adelante la directiva, Bolivia estaría "en la imposibilidad ética de profundizar las negociaciones con la UE", y se reserva el derecho de aplicar a los ciudadanos europeos "las mismas obligaciones de visa que nos imponen a los bolivianos desde 2007".

Para justificar dichas advertencias, Morales recuerda que mientras su país sufre "una intensa presión de la Comisión Europea para aceptar una profunda liberalización del comercio, los servicios financieros, propiedad intelectual o servicios públicos", a sus compatrioras que sufren "encarcelamientos por tratar de circular libremente" se les niega la "seguridad jurídica".

El mandatario afirma que los bolivianos acuden a la Unión Europea "para contribuir a su prosperidad, no para aprovecharse de ella", al ocupar "empleos de obras públicas, construcción, en los servicios a la persona y hospitales, que no pueden o no quieren ocupar los europeos". Además, los emigrantes "representan la ayuda al desarrollo que los europeos no nos dan", dice Morales, que pone como ejemplo que en Bolivia las remesas anuales suponen más del 10 por ciento del Producto interior bruto (PIB, 1.100 millones de dólares) o un tercio de sus exportaciones anuales de gas natural.

Según el presidente, la norma hace de los inmigrantes "chivos expiatorios" de problemas globales como el calentamiento global, la contaminación o la desaparición de los recursos energéticos". "Los problemas de cohesión social que sufre Europa no son culpa de los inmigrantes, sino el resultado del modelo de desarrollo impuesto por el norte, que destruye el planeta y desmembra las sociedades de los hombres", concluye.