El aeropuerto brasileño de Congonhas comienza a funcionar a medio gas
La terminal fue hace dos meses escenario de la peor tragedia de la aviación del país
El aeropuerto de Congonhas, en la metrópoli brasileña de São Paulo, comenzó a funcionar desde ayer con su capacidad reducida, al entrar en vigencia una nueva red de vuelos a escala nacional ordenada por el Gobierno federal.
La terminal, donde hace dos meses ocurrió la peor tragedia de la aviación brasileña, con 200 muertos, ha perdido su posición como el principal centro de distribución de vuelos de Brasil y uno de los más importantes de Suramérica.
La mayor parte de los vuelos que ya no saldrán de Congonhas serán encaminados al aeropuerto internacional de Guarulhos, en Cumbica, en los suburbios de São Paulo.
Las nuevas directrices fueron impuestas por el Consejo Nacional de Aviación Civil en medio de fuertes presiones de la opinión pública y como respuesta al episodio más grave de una crisis de la aviación civil que se ha prolongado desde hace un año.
A partir de ayer, los vuelos hacia el norte, oeste y noreste de Brasil, con más de 1.000 kilómetros de recorrido, están prohibidos desde Congonhas, lo que convertirá el aeropuerto en regional.
Las restricciones fueron ampliadas por una orden del Tribunal Federal Regional, que también prohibió aterrizajes o despegues de aeronaves con más de 130 pasajeros que tengan cualquier defecto mecánico o con el depósito de combustible lleno.
Las nuevas normas reducen a 33 el número de despegues y aterrizajes por hora permitidos en Congonhas, contra los 48 registrados hasta el 17 de julio.
En esa fecha, un Airbus A320 de la aerolínea brasileña TAM se estrelló en los alrededores de la terminal tras una fallida maniobra de aterrizaje en la pista principal.
El aeropuerto de Congonhas, construido hace más de 60 años en la zona sur de São Paulo y devorado por el crecimiento de la mayor ciudad brasileña, movilizaba 18 millones de pasajeros por año, muy por encima de su capacidad nominal, de 12 millones, según las autoridades.
Las aerolíneas más afectadas por las mudanzas son las brasileñas TAM, que reducirá sus despegues y aterrizajes desde 261 a 234, y Gol, que canceló 47 vuelos permanentes y alteró los horarios de otros 30.
Las mudanzas, que comenzaron ayer, no afectaron demasiado a la rutina aérea. Según Infraero, la empresa estatal que administra los aeropuertos del país, sólo el 10% de los 452 vuelos programados entre la madrugada y media mañana de ayer sufrieron retrasos y el 9,3% fueron cancelados.
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