La UE asegura que responderá a los aranceles de EE UU para proteger los intereses europeos de “medidas injustificadas”
Francia exige a las autoridades de Bruselas represalias inmediatas tras los gravámenes anunciados por Trump
![María R. Sahuquillo](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F9450e41e-903a-4681-86d5-38a9faa6e758.png?auth=4ce7ed04e46e0bf8618cf91b6c37efb3fa6a988a3a4f250fece6ec07def7ae0e&width=100&height=100&smart=true)
La Comisión Europea ha asegurado este lunes que responderá a la guerra comercial lanzada por Donald Trump y protegerá los intereses europeos de “medidas injustificadas”. La reacción se produce después de que el presidente estadounidense anunciara, el domingo por la noche (hora peninsular española), que va a imponer nuevos aranceles, de un 25%, a las importaciones de acero y aluminio. Bruselas, que asegura que no ha recibido aún ninguna notificación —Trump tiene previsto hacerlo oficial este mismo lunes—, remarca que no actuará frente a “anuncios generales” e insiste en que está preparada para tomar represalias. “La UE no ve justificación para la imposición de aranceles a las exportaciones”, dice el Ejecutivo comunitario en una breve declaración difundida este lunes por la mañana en la que llega a decir que esa imposición sería “ilegal”.
Los aranceles al aluminio y el acero de Washington serían el primer golpe de la nueva Administración Trump a la UE, la primera andanada que además puede convertirse en una escalada mucho más amplia, y pueden tener un importante efecto en el bloque europeo. La Unión en su conjunto representa el principal socio comercial de Estados Unidos. El flujo bilateral entre ambos constituye el mayor intercambio de bienes y servicios de todo el mundo, con una cifra de 1,5 billones de euros en 2023, según datos de la Comisión Europea. Cualquier cambio de las condiciones en las que comercian genera un gran impacto.
El republicano deslizó en conversación informal con los periodistas que decretará los aranceles al aluminio y al acero este lunes, y aseguró que impondrá otros gravámenes a lo largo de la semana. Trump ya impuso aranceles al aluminio (un 10%) y al acero (un 25%) en 2018, durante su primer mandato, que para la UE suponían unos 7.000 millones de dólares de impacto (6.788 millones de euros). El club comunitario respondió entonces con represalias a varios productos estadounidenses. Sin embargo, su sucesor, el demócrata Joe Biden negoció con la UE, Reino Unido y Japón cuotas temporales libres de impuestos por parte de ambas partes que vencerán en unas cuantas semanas.
En este contexto de enfrentamiento comercial, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se reunirá este martes con el vicepresidente estadounidense, J. D. Vance, en París. Vance acude a la cumbre sobre inteligencia artificial que ha organizado el presidente francés, Emmanuel Macron, y la cita se producirá en los márgenes de ese encuentro. Será el primer contacto directo que tenga el Ejecutivo comunitario con la nueva cúpula estadounidense desde que Donald Trump asumió la presidencia. “Es el momento de la colaboración, no de la confrontación”, ha subrayado este lunes un portavoz comunitario.
Algunos Estados miembros de la UE ya se han apresurado a reclamar a la Comisión Europea —que tiene competencias exclusivas en política comercial para el bloque comunitario— que se prepare para tomar represalias. A primera hora, el ministro de Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, exigió a la Comisión que imponga aranceles a productos estadounidenses de forma inmediata, como respuesta a los de Washington. “[El republicano] ya impuso esos aranceles en 2018 y entonces respondimos. Ahora replicaremos de nuevo”, ha afirmado Barrot al canal francés TF1. “[Bruselas] dijo que estaba lista [para emprender represalias] cuando llegara el momento. Y el momento ha llegado”, añadió.
Fuentes de Bruselas han señalado estos días que la Unión está lista para dar una respuesta “firme” ante los gravámenes “injustificados”, pero también apuesta por negociar con Trump para no llegar a una guerra comercial completa. Esa fue la receta durante el primer mandato del populista republicano, cuando el entonces presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, negoció para que la escalada quedase en una escaramuza y prometió a EE UU que, si no se lanzaba a una espiral arancelaria, la UE impulsaría las compras de gas natural licuado (GNL, el que llega por barco) y bajaría los gravámenes a la soja y las langostas. Ahora, la presidenta Von der Leyen también ha abierto la puerta a potenciar el aumento de adquisiciones de GNL. Hay otras medidas que teóricamente podrían contentar a EE UU, como la reducción de los aranceles a los vehículos estadounidenses (aunque eso debería aplicarse también a los de otros países) y afianzar las compras de material militar, de las que la UE todavía es dependiente, según varias fuentes europeas.
Pero, si llega la guerra comercial, la UE impondrá (o aumentará) también los aranceles a productos provenientes de Estados Unidos. Y los elegirá, además, de Estados sensibles para el partido republicano —para que sus senadores y congresistas presionen a Trump— y a productos importantes para el campo, lo que puede añadir inestabilidad en un contexto de aumento de precios, según apuntan fuentes comunitarias al corriente de la discusión sobre las represalias. Sin embargo, Bruselas no ha desvelado aún cuál será su respuesta concreta: se decidirá en función de los productos europeos gravados por EE UU, del momento elegido y de los mercados, dicen las mismas fuentes.
“La imposición de aranceles sería ilegal y económicamente contraproducente, especialmente dadas las cadenas de producción profundamente integradas que la UE y Estados Unidos establecieron a través del comercio y la inversión transatlánticos”, dice la declaración de la Comisión Europea de este lunes. “Los aranceles son esencialmente impuestos. Al imponer aranceles, EE UU estaría gravando a sus propios ciudadanos, aumentando los costes para las empresas y alimentando la inflación. Además, los aranceles aumentan la incertidumbre económica y alteran la eficiencia y la integración de los mercados globales”, señala Bruselas.
La Comisión Europea incide en que la imposición de los aranceles sería mala para todos y defiende que la medida de gravámenes aplicados a los bienes que importa la UE es muy baja. “Más del 70% de las importaciones entran en la UE sin aranceles”, ha dicho un portavoz comunitario.
Más allá de esos mensajes, Bruselas mantiene un perfil bajo ante las amenazas de Trump y ha optado por no pronunciarse demasiado, al menos de momento. A finales de la primavera pasada, un grupo de trabajo de la Comisión Europea empezó a estudiar los escenarios posibles en EE UU, entre ellos, la victoria de Trump, y su impacto en Europa. De ese análisis salieron planes de contingencia que el Ejecutivo comunitario ha mantenido en secreto. Mientras, se está librando una batalla soterrada dentro de la Comisión entre los pragmáticos, que creen que hay que responder a los aranceles de Trump solo con medidas comerciales y quienes apuestan por sacar toda la artillería. En esta segunda estrategia se estudian fórmulas como aplicar el reglamento anticoerción, que puede incluir fórmulas para cerrar el mercado europeo a ciertos bienes o servicios ofrecidos por otros países y hasta impedir que empresas de otro país concursen en licitaciones públicas o participen en proyectos financiados con el presupuesto comunitario. Un arma de seguridad económica que entró en vigor en 2023 y que estaba pensada más bien para China o Rusia, pero que ahora también podría aplicarse a Estados Unidos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
![María R. Sahuquillo](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F9450e41e-903a-4681-86d5-38a9faa6e758.png?auth=4ce7ed04e46e0bf8618cf91b6c37efb3fa6a988a3a4f250fece6ec07def7ae0e&width=100&height=100&smart=true)