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Cientos de bolivianos eran esclavizados en talleres clandestinos de Argentina

Un juez argentino ha ordenado el allanamiento de 14 establecimientos ilegales donde vivían familias enteras que debían confeccionar ropa y dormir junto a las máquinas

Al menos catorce talleres textiles clandestinos donde trabajaban bolivianos indocumentados en situación de hacinamiento y esclavitud han sido allanados hoy en la capital de Argentina. La operación, que ha sido llevada a cabo por la Gendarmería, ha sido ordenada por el juez Norberto Oyarbide, en función de una denuncia penal por reducción a la esclavitud presentada por la defensora del Pueblo de la capital argentina, Alicia Pierini, en el año 2005.

Los talleres demantelados se encontraban en barrios del sur y suroeste de Buenos Aires. Cientos de inmigrantes ilegales fueron descubiertos por las autoridades, trabajando y viviendo en condiciones infrahumanas. Entre los operarios de estos talleres clandestinos, había niños que vivían y dormían al lado de las máquinas utilizadas para la confección de ropa.

En uno de los establecimientos clandestinos, la policía encontró una nave dividida por maderas que separaban las diferentes áreas de producción textil, en el que además de la maquinaria se encontraban las camas en las que dormían 58 personas, entre adultos y niños. "El hacinamiento de esta gente era impresionante y se trabajaba en condiciones pésimas", ha denunciado Juan Carlos Gamboa, un testigo que integra la cooperativa que en el 2005 se animó a denunciar el caso.

Jornadas maratonianas

José Orellana, un ciudadano boliviano que trabajó en varios de estos locales clandestinos, ha afirmado que "se trabajaba desde las siete de la mañana hasta la medianoche". "No nos dejaban salir y la comida que daban la tenía que compartir con mis hijos y mi señora", ha destacado.

Virginia, otra testigo de uno de los allanamientos, ha explicado que "había 20 adultos y cuatro menores trabajando en tres talleres distribuidos a lo largo de un pasillo, donde también había camas".

Las autoridades investigan desde hace tiempo estos casos de esclavitud, donde empresarios reclutan personal en Bolivia, prometen condiciones laborales que jamás se cumplen, y explotan a los trabajadores con salarios en torno a los 80 euros mensuales.

En el 2006, el incendio de un taller clandestino en un barrio céntrico de la ciudad, provocó la muerte de 4 niños y 2 adultos e incrementó los controles sobre estas empresas. Los investigadores argentinos tienen sospechas de que algunas marcas de primera línea que se venden en grandes tiendas, también utilizan estos mecanismos de explotación humana a través de terceros.

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