Nuevas acusaciones contra Uribe en el Congreso colombiano

¿ Es posible un acuerdo nacional por la verdad para conocer todo el horror que ha vivido Colombia en los últimos años? La propuesta fue planteada el martes pasado por el senador Gustavo Petro durante un debate en el Congreso de la República promovido por él y en el que, armado de testimonios, expedientes e informes de inteligencia, trató de acorralar al Gobierno reviviendo episodios ocurridos en Antioquia cuando el reelegido presidente Álvaro Uribe era gobernador (1995-97). Petro, figura indiscutible del opositor Polo Democrático Alternativo, unió los hilos de la historia trágica de los últimos 20 años en este país para demostrar que la dirigencia colombiana ha empleado la estrategia de "todo vale", con tal de acabar con la guerrilla y con la izquierda. Esa estrategia, aseguró, "generó el monstruo paramilitar".

Afirmó que el primer mandatario avaló a dos jefes paramilitares como miembros de las Convivir, cooperativas de seguridad privadas, incentivadas por Uribe en Antioquia y creadas por el Gobierno de entonces. Según el dirigente opositor, los nexos de políticos de Antioquia con los paras aumentaron a la sombra de estas cooperativas en esos años de Uribe como gobernador. Aseguró que en dos fincas de la familia del primer mandatario se dieron reuniones de paramilitares y masacres.

Al final, pidió a la Fiscalía que se estudie estos casos. "Tal vez los testimonios no sean totalmente ciertos, pero tampoco totalmente falsos", afirmó, y reclamó que se estudie también una foto de 1985 en la que aparece un hermano del presidente al lado del narcotraficante Fabio Ochoa, uno de los tres hermanos que hicieron historia en el legendario cartel de Medellín. Las acusaciones alcanzaron también a un asesor presidencial, al actual director de la policía de Bogotá y al ex fiscal Luis Camilo Osorio ?hoy embajador en México?, a quien acusa de tapar los expedientes judiciales en los que basó sus denuncias.

El ministro de Gobierno y Justicia, Carlos Holguín, escudero del presidente en este debate junto al ministro de trasporte, Andrés Uriel Gallego, calificó de "novelón" lo dicho por Petro y desvirtuó algunas de las acusaciones. Fueron nueve horas intensas en las que los aliados del Gobierno se dedicaron a recalcar el pasado guerrillero de Petro, quien perteneció al M-19, grupo que dejó las armas en 1991. Ha sido la estrategia oficial en medio de este destape, que ha dejado al descubierto el maridaje política-paramilitares, y que ya tiene en la cárcel a ocho congresistas y a otros tantos en investigación.

Ayer, mientras los señalados por el senador del Polo negaban las acusaciones, exigían pruebas y anunciaban demandas, la atención se centró también en la propuesta, lanzada por Petro, de un "acuerdo nacional por la verdad", que implica reformas políticas y sociales. La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y los paramilitares apoyaron esta iniciativa. Los primeros, por Internet, y los segundos, en un comunicado firmado en la cárcel de alta seguridad donde están recluidos sus jefes. La senadora uribista Gina Parody puso una condición: que se conozca también la verdad de los males y horrores provocados por la guerrilla. Y desde el también opositor Partido Liberal se aseguró que, de una vez por todas, se debe poner sobre la mesa el tema del narcotráfico.