El mando militar de EE UU pide que no se fije un calendario de retirada de Irak
Un ministro iraquí afirma que 70 personas siguen retenidas 24 horas después del secuestro
Establecer un calendario de retirada de Irak es aún precipitado ya que dificultaría el trabajo de los mandos que dirigen las tropas de Estados Unidos en el país. Así lo cree el general John Abizaid, que supervisa las operaciones militares estadounidenses en Irak desde 2003 y que ha participado hoy en la primera reunión del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, tras las elecciones legislativas del 7 de noviembre, en las que los demócratas se hicieron con la mayoría.
Abizaid ha explicado que tanto él como los comandantes necesitan "flexibilidad" para manejar las tropas estadounidenses e iraquíes y así poder determinar cómo y cuándo traspasar la responsabilidad a las fuerzas de Irak. "Un calendario específico limitaría esa flexibilidad", ha respondido a la opinión petición reiterada de los demócratas de que los soldados estadounidenses se retiren de Irak.
Hoy ha tenido lugar la primera reunión de este comité, presidido por el republicano John Warner, después del anuncio de que el secretario estadounidense de Defensa, Donald Rumsfeld, dejará su cargo en cuanto su sucesor, el ex jefe de la CIA Robert Gates, sea refrendado por la Cámara Alta de EE UU.
El mando militar se ha sometido en este debate a una intensa batería de preguntas por parte de los senadores, y ha indicado que las cifras sobre la violencia sectaria en Irak son "aún inaceptables". Abizaid es partidario de doblar los actuales 12 soldados estadounidenses por unidad iraquí a dos docenas. Sin embargo, está convencido de que los actuales niveles de tropas en Irak, alrededor de 140.000 soldados, "necesitan quedarse donde están".
65 cuerpos acribillados
Mientras, el número de víctimas sigue aumentando. La Policía iraquí ha hallado hoy 65 cadáveres con impactos de bala en distintas partes del país. 50 de los cuerpos sin vida fueron encontrados en Bagdad, 10 en Latifiya, a 60 kilómetros al sur de la capital, cuatro en Faluya, a 55 kilómetros al oeste y uno en Samarra, a 150 kilómetros al norte de Bagdad.
Con estos cadáveres son ya 184 los cuerpos sin vida encontrados por las fuerzas de seguridad en los últimos cuatro días, la mayor parte de ellos en Bagdad. El pasado 22 de febrero un atentado en Samarra, que destruyó la cúpula de un templo chií, desató una ola de violencia que ha acabado con la vida de miles de personas.
Por otra parte, en Bagdad continúan las investigaciones sobre el secuestro masivo perpetrado ayer por 80 hombres armados y vestidos de policía en un edificio público. El ministro de Educación Superior iraquí, Abed Diab al-Oujaili, ha afirmado que hay todavía entre 70 y 80 personas en paradero desconocido, aunque por la mañana un portavoz del primer ministro hablaban sólo de dos personas desaparecidas. Diab al-Oujaili, que pertenece al grupo parlamentario de mayoría suní, ha anunciado su decisión de dejar de asistir a las reuniones del Gobierno hasta que no liberen a todos los secuestrados.
También hay confusión en cuanto al número exacto de secuestrados: mientras que la oficina de Nuri Al Maliki hablaba de 39 retenidos, otra fuente ministerial asegura que fueron unos 150.
El secuestro se produjo a las 9.30 (tres horas menos en la España peninsular) cuando, según la Policía y testigos presenciales, cerca de 80 hombres armados, vestidos con uniformes de la Policía del Ministerio del Interior y a bordo de al menos 20 coches policiales, cercaron el edificio del Instituto de Investigaciones Culturales del Ministerio de Enseñanza Superior, situado en la plaza Al Andalus de la capital iraquí, cerraron las calles que lo rodean y se llevaron a decenas de rehenes, entre directivos, empleados y visitantes del centro.
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