Berlusconi insiste en que hubo fraude electoral en las elecciones italianas
Italia se enfrentará en las próximas semanas al recuento de votos, la elección de nuevo presidente de la República, un referendo constitucional y comicios municipales
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha declarado que hubo "tantos fraudes" en las recientes elecciones generales, en las que se impuso la coalición de centroizquierda "la Unión", que el resultado "debe cambiar". Berlusconi ha afirmado, a la salida de una entrevista con el presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi que "tengo fe, el resultado (de los comicios) debe cambiar". El todavía primer ministro ha añadido que ha tratado el tema de las supuestas irregularidades con el presidente de la República, pero no ha especificado cual es la opinión de este.
Berlusconi ha indicado que está en contacto con todos los coordinadores de su partido, Forza Italia, y con los de otras formaciones políticas y ha asegurado que a cada hora llegan datos sobre papeletas que no son correctas, hay "sumas equivocadas" e "indicaciones equivocadas". Además, ha calificado de "grave" que se hayan encontrado en una calle de Roma, junto a unos contenedores de basura, unas cajas de cartón con alrededor de novecientos votos emitidos en las elecciones. El primer ministro ha explicado que "hay 25.000 votos de diferencia que dan 63 parlamentarios de más y van a quien tiene más votos", por lo que consideró "lógico" que se verifiquen esas papeletas.
Por su parte Romano Prodi, ante estos comentarios, ha asegurado desde Bolonia que "hemos ganado y es inútil que Berlusconi trate de retrasarlo". "Berlusconi debe irse a casa". En este sentido, el ex presidente de la Comisión Europea ha indicado que "en estas horas, para crear aún más inquietudes a pesar de la derrota, Berlusconi sigue haciendo insinuaciones sobre la limpieza de nuestra victoria".
Recuento polémico
Silvio Berlusconi se ha negado, desde que concluyera el recuento, a aceptar el resultado de las elecciones parlamentarias celebradas el domingo y el lunes en Italia, en las que el candidato del centro-izquierda, Romano Prodi, se ha hecho con el poder. El hasta ahora primer ministro ha tendido la mano a su rival para convencerle de la necesidad de formar una gran coalición de Gobierno, y aunque Prodi no tiene ninguna intención de aceptar esa invitación, sí tendrá que tener muy en cuenta a Berlusconi en las próximas semanas. Il Professore no será investido hasta finales de mayo, y para entonces Italia habrá atravesado un mes de hitos políticos trascendentales en los que el primer ministro in pectore habrá de buscar el entendimiento con su predecesor.
"Hemos ganado por un suspiro. Y ahora nos toca gobernar", dijo ayer Prodi. La primera parte de la frase es cierta. La segunda tendrá que esperar. En la votación para formar la Cámara de los Diputados, la coalición de centro-izquierda La Unión logró apenas 25.000 votos más que su rival de centro-derecha La Casa de las Libertades; el particular sistema de reparto de escaños otorgó a la primera la mayoría absoluta con 348 de los 630 asientos. En el Senado hubo que esperar a conocer el reparto de los seis escaños determinados por el voto de italianos en el extranjero para que Prodi pudiera cantar victoria, y aun así su ventaja es exigua: 158 asientos frente a los 156 del centro-derecha.
Pese a que Prodi ha anunciado que su mandato lo definirán las palabras "Europa y paz", le aguarda un país necesitado de reformas profundas y un calendario de política nacional de lo más duro. En junio llegarán nuevas elecciones, en este caso municipales, pero antes habrá tenido que dejar la elección del nuevo presidente de la República y tendrá un referendo constitucional en ciernes.
Nuevo gobierno en mayo
Prodi ha señalado hoy de nuevo que no será probablemente Carlo Azeglio Ciampi el presidente que le ordene formar Gobierno, sino su sucesor, que debe ser elegido entre el 12 y el 13 de mayo por el Parlamento. Los siete años de mandato de Ciampi expiran el 18 de mayo. "Tendremos que esperar hasta la segunda mitad de mayo", ha dicho hoy, tras confirmar que ya ha empezado a definir el que será su Gobierno.
En ese plazo deberán contarse de nuevo los votos, como pide Berlusconi para aceptar su derrota. La nueva legislatura comenzará el 28 de abril, con Berlusconi de primer ministro, y habrá que elegir a los presidentes de ambas Cámaras, que Prodi quiere guardar para el centro-izquierda pese a que sus rivales fueron más votados en la Cámara alta. Menos fácil tendrá imponer al sucesor del presidente de la República, que tradicionalmente debe contar con el consenso o la complicidad de una amplia mayoría de diputados y senadores.
Prodi llegará al fin al poder el 18 de mayo, pero en plena campaña electoral para las municipales y administrativas de los días 28 y 29 de mayo (la segunda vuelta, el 11 de junio). Por último, el 11 o el 18 de junio se debe celebrar el referendo sobre la reforma federalista de la Constitución que hereda Prodi del anterior gobierno.
Lucha contra la mafia
En una comparecencia ante la prensa extranjera hoy en Roma, el líder de centroizquierda ha asegurado que hará de la lucha contra la mafia "una de las prioridades absolutas" de su futuro gobierno, un día después del arresto del jefe supremio de la Cosa Nostra siciliana, Bernardo Provenzano.
"La lucha contra la mafia, que ha causado enormes estragos en Italia, será una de las prioridades absolutas de nuestro gobierno", ha afirmado Prodi. Según él el crimen organizado en la península "es uno de los factores que hacen más difíciles las inversiones extranjeras en Italia".
El inevitable regreso de las tropas de Irak
En una entrevista concedida a la emisora de radio France-Info, Prodi ha confirmado hoy que cumplirá su promesa electoral: "Hemos decidido juntos que el día que el Gobierno empiece a trabajar, tomaremos la decisión de retirar las tropas de Irak. Desde luego, no en el espacio de un día, sino con la precaución necesaria". El anterior primer ministro, Silvio Berlusconi, apoyó con firmeza la decisión de Estados Unidos de intervenir en Irak. Prodi anunció durante la campaña que retiraría las tropas de ese país de llegar al Gobierno, pero Berlusconi anunció poco después que él también ordenaría el regreso de los soldados antes de final de año de ser reelegido.
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