Procesados 13 militares chilenos por los crímenes de la 'caravana de la muerte'
Trece militares chilenos retirados fueron procesados ayer acusados de homicidio por su supuesta participación en 42 crímenes cometidos en 1973 en la llamada caravana de la muerte. Entre los procesados, contra los que el juez Víctor Montiglio dictó también orden de arresto, figuran un general, brigadieres, coroneles y oficiales de menor graduación, así como algunos suboficiales. Los procesados fueron detenidos a primera hora de ayer y llevados ante el juez, quien dispuso su reclusión en el Batallón de Policía Militar, en Santiago.
La caravana de la muerte fue una comitiva militar que, entre octubre y noviembre de 1973, recorrió varias localidades chilenas, en las que sus integrantes ejecutaron al menos a 75 presos políticos. Los procesados ayer no formaban parte de la fatídica comitiva, sino que pertenecían a las dotaciones de los regimientos de las norteñas ciudades de Calama, donde fueron asesinados 26 prisioneros, y Copiapó, donde las víctimas sumaron 16.
De acuerdo con la resolución de Montiglio, algunos de los procesados participaron en las ejecuciones y otros se ocuparon de los entierros clandestinos de las víctimas o colaboraron, años más tarde, en la exhumación y lanzamiento al mar de los cadáveres. Entre los procesados figura el coronel retirado Eugenio Rivera Desgroux, que en 1973 comandaba el regimiento de Calama y que años después aseguró que trató de oponerse a la orden del jefe de la caravana de la muerte, el general Sergio Arellano Stark, de asesinar a los prisioneros.
Entre los asesinados en Calama hubo dirigentes sindicales, profesionales y un periodista, Carlos Berger, que había sido condenado por un consejo de guerra a sólo 61 días de prisión.También fue procesado el ex mayor Carlos Minoletti, que dirigía la compañía de ingenieros del regimiento y se encargó de sepultar los cadáveres en el desierto. A finales de 1976, Minoletti, según el expediente, dirigió también la exhumación de los cuerpos para que fuesen lanzados al mar.
La exhumación se hizo con una máquina excavadora y en el lugar quedaron centenares de fragmentos óseos que permitieron, en los años noventa, reconstruir los hechos e incluso identificar a algunas de las víctimas.
El caso de la caravana de la muerte estuvo anteriormente a cargo del juez Juan Guzmán Tapia, que en 2001 procesó a Augusto Pinchet, pero el ex dictador (1973-1990) fue absuelto por la Corte Suprema por padecer supuestamente demencia subcortical.
La semana pasada, Montiglio resolvió cambiar de secuestro a homicidio el delito por el que están procesados los integrantes de la caravana de la muerte en los casos de 19 víctimas, lo que despertó el temor de la parte querellante de que se aproxime un fallo de amnistía para los autores o la prescripción del caso.
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