EE UU eleva la tensión con Chávez al expulsar a una diplomática venezolana

Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, ya de por sí malas, han entrado en una peligrosa escalada de represalias después de que Washington decidiera hoy echar del país a una diplomática venezolana en respuesta a la expulsión de un representante suyo en el país suramericano acusado de espionaje.

El Gobierno estadounidense ha informado hoy de la expulsión de la diplomática venezolana Jeny Figueredo Frías después de que el pasado jueves el Gobierno de Hugo Chávez ordenara la salida de ese país de su agregado naval, el capitán de fragata John Correa. Según ha informado el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, EE UU ha declarado persona non grata a Figueredo, jefa de gabinete en la embajada venezolana en Washington, y le ha dado 72 horas de plazo para abandonar el país, en una iniciativa que recuerda las expulsiones de diplomáticos durante la Guerra Fría.

Acusaciones de espionaje

"Ellos empezaron esto y nos hemos visto obligados a contestar", ha explicado el portavoz del Departamento de Estado. Tras afirmar que Figueredo ha sido expulsada "porque creemos que es la persona más apropiada", McCormack ha reiterado que "no nos gusta vernos en juegos de toma y daca como éste con el Gobierno de Venezuela, pero ellos comenzaron esto" al expulsar a Correa. Asimismo, el Departamento de Estado ha rechazado las acusaciones de espionaje contra Correa y ha asegurado que tan sólo "mantenía contactos a nivel laboral", como corresponde a su cargo, pero siempre dentro de la legalidad.

La viceministra de Asuntos Exteriores venezolana para América del Norte, Maripili Hernandez, ha asegurado que "no aceptan las declaraciones por funcionarios de los Estados Unidos sobre la expulsión de Jeny Figueredo Frías, directora del gabinete del embajador de Venezuela en Washington, Bernardo Alvárez, lo que ha calificado de "venganza". "El Gobierno de Venezuela esperaba una medida de este tono por parte de los Estados Unidos", ha lamentado la viceministra.

El Hitler de Suramérica

Las expulsiones respectivas marcan una peligrosa escalada en la tensión que las relaciones diplomáticas entre EE UU y Venezuela viven en los últimos tiempos. Caracas acusa de "imperialismo" al Gobierno estadounidense, y Washington replica con denuncias sobre las "intenciones totalitarias" del presidente venezolano, Hugo Chávez.

En una intervención ante el Comité de Inteligencia del Senado estadounidense, el director de los servicios secretos, John Negroponte, describió el jueves al Gobierno de Venezuela como uno de los principales problemas de Estados Unidos en América Latina. Negroponte acusó al presidente venezolano de injerencia en los asuntos internos de sus vecinos mediante el apoyo a determinados candidatos en los procesos electorales de sus países, y de buscar lazos con Irán y Corea del Norte. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, comparó también el jueves al presidente de Venezuela con Adolf Hitler y expresó su "preocupación" porque Chávez está trabajando con el líder cubano, Fidel Castro, y con el nuevo presidente boliviano, Evo Morales.