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Los médicos afirman que la vida de Ariel Sharon ya "no está en peligro"

Los médicos utilizan diversos métodos para estimular sus sentidos, como música de Mozart

La vida del primer ministro israelí, Ariel Sharon, ya "no corre peligro de forma inmediata", según han informado esta tarde los médicos que le atienden en el hospital Hadassah de Jerusalén. Los médicos han confirmado además que el jefe del Ejecutivo, que "continúa mejorando", ha podido mover también su mano izquierda, que se temía que estuviera paralizada. Asimismo, mueve la parte derecha de su cuerpo con mayor vigor que ayer. De acuerdo con el último parte médico, el despertar de Sharon avanza en la buena dirección conforme le reducen la anestesia. De hecho, ya le han retirado "la mayoría de la sedación". No obstante, aún no han podido determinar el alcance de los daños sufridos en sus capacidades cognitivas tras los sucesivos derrames.

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Así, el veterano líder conservador permanece en estado grave aunque estable, y hasta el momento ni ha abierto los ojos ni ha recuperado el conocimiento. Continúa conectado a un respirador artificial a pesar de que ayer comenzó a respirar por sí mismo. Sharon se está recuperando de la apoplejía y de la hemorragia que sufrió en el hemisferio derecho de su cerebro el pasado miércoles. Los médicos empezaron ayer a retirarle la sedación y desde entonces ha movido ligeramente su mano y su pierna derecha.

Hoy ha intensificado el movimiento en su lado derecho y ha empezado a mover levemente la mano izquierda, según el director médico del Hospital Universitario Hadassah de Jerusalén, Shlomo Mor Yosef. "Hay cambios neurológicos que muestran una leve mejora en el funcionamiento del cerebro del primer ministro", ha declarado. Según los médicos, uno de los hijos de Sharon ha hablado a su padre y éste ha reaccionado con un incremento de la presión arterial. Pero ni ésta ni otras reacciones limitadas del primer ministro israelí ofrecen suficientes garantías como para asegurar que volverá a hablar y entender. Los médicos apuntan que se tardarán aún varios días antes de poder comprobar de manera más certera el daño que sufre el cerebro de Sharon.

Mozart para estimular los sentidos

A lo largo de la mañana, los médicos que atienden a Sharon han continuado con el proceso de estimulación que iniciaron ayer mientras vigilaban sus reacciones, al tiempo que han comenzado a emplear nuevos métodos. En la séptima planta del hospital Hadassah se escuchan los acordes de Mozart preferidos por Sharon mientras, también por recomendación de los médicos, sus dos hijos, Omri y Gilad, le hablan. De acuerdo con la emisora del Ejército de Israel, los médicos tenían previsto colocarle un plato de shauarma, carne de cordero con especias cocinada a la brasa, en la habitación para estimular su sentido del olfato.

Por su parte, el diario israelí Haaretz afirma hoy que, durante su primer internamiento en el hospital Hadassah, el pasado 19 de diciembre, Sharon recibió medicamentos anticoagulantes que, junto con una enfermedad de los vasos sanguíneos que sufre y que hasta entonces no había sido detectada, aumentan el riesgo de infartos y hemorragias cerebrales. El diario, que cita a un médico próximo al tratamiento recibido por Sharon, informa de que dicha enfermedad fue diagnosticada por los médicos del hospital Hadassah una vez que el primer ministro fue internado por segunda vez, el pasado miércoles.

El director del centro médico ha aprovechado la rueda de prensa de esta tarde para rechazar esta posible negligencia médica. Sin embargo, ha rechazado hablar en detalle de las críticas y ha dicho que sólo lo hará cuando el primer ministro salga "sano y salvo" del centro médico. "Todo este período hemos evitado responder a las críticas de todo tipo de expertos sobre el tratamiento que le administramos durante su primer ingreso y durante el segundo, y seguiremos con esta política", ha subrayado Mor Yosef. La única información que ha desmentido de forma categórica es la de que los médicos que le trataron desconocían su enfermedad cerebral.

Un judío ultraortodoxo camina ante una pancarta de apoyo a Ariel Sharon colocada en la puerta del hospital Hadassah.
Un judío ultraortodoxo camina ante una pancarta de apoyo a Ariel Sharon colocada en la puerta del hospital Hadassah.REUTERS

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