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El Gobierno presionó para evitar la expulsión de Cuba de un diputado por asistir al foro disidente

Las dos ex senadoras del PP protestan por la falta de asistencia del Ejecutivo y la Embajada

El Gobierno español ha reaccionado con dureza ante la expulsión de dos ex senadoras del Partido Popular de Cuba, donde habían acudido para participar en un foro de la disidencia. El ministerio de Asuntos Exteriores ha tachado de "inaceptables" estos hechos, y ha convocado al embajador cubano en Madrid, Alberto Velazco San José, para pedirle explicaciones. El otro político español afectado, el diputado de Convergència i Unió (CiU) Jordi Xuclá, no ha sido expulsado de la isla "gracias a la presión" del Ejecutivo español.

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Por primera vez desde su llegada al poder, en 1959, el Gobierno de Fidel Castro no impidió la reunión de los disidentes, unos 200, en un arrabal de La Habana. Se trata del primer encuentro general de la Asamblea para Impulsar la Sociedad Civil, una red amparada por Estados Unidos para aglutinar a docenas de grupos poco numerosos de disidentes en la isla. En 1996, un intento similar fue cercenado por la policía, que detuvo a sus organizadores. En esta ocasión no ha sido así, pero Castro ha levantado las iras de la Unión Europea al expulsar a varios legisladores europeos que iban a asistir al encuentro, que continúa hoy.

Las ex senadoras del PP Isabel San Baldomero y Rosa López Garnica (del partido Unión del Pueblo Navarro, pero integrada en el Grupo Popular de la Cámara Alta), fueron detenidas en su hotel de la capital cubana, trasladadas al aeropuerto y obligadas a subir a un avión con rumbo a Madrid. Igual trato recibieron un senador checo y un diputado alemán de la CDU. Días antes, Cuba había negado la entrada al país de dos europarlamentarios polacos. Además, al menos tres periodistas de Polonia y uno italiano fueron detenidos para su expulsión.

Las dos ex senadoras españolas han afirmado hoy que se encontraban en Cuba como turistas, han señalado que no se les ha explicado el motivo de su expulsión, y han denunciado que ni la Embajada ni el Gobierno español se han puesto en contacto con ellas. También como turista había llegado a la isla Jordi Xuclá, que pretendía asistir al foro. "Gestiones de última hora" evitaron su expulsión del país tras estar "retenido muchas horas" en el aeropuerto de La Habana esperando un avión que le sacara de allí. Ya no está retenido, según ha afirmado CiU.

El Gobierno español ha señalado que "la Embajada de España en Cuba está siguiendo puntualmente la evolución de los acontecimientos", ha precisado que las dos ex senadoras no habían comunicado previamente al Ejecutivo su intención de viajar a la isla, y ha "reafirmado su deseo de seguir trabajando en la democratización y en la defensa de los derechos y libertades en Cuba".

Sin embargo esta tormenta deja en una posición comprometida a España, que el año pasado impulsó con éxito una iniciativa para que la UE rebajara las sanciones diplomáticas contra Cuba. Por si fuera poco, a la convocatoria del Gobierno español no acudió el embajador cubano sino su segundo, pues se encontraba en un acto oficial, según Exteriores, que ha minimizado este hecho.

El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, ha calificado los hechos de "incidente desagradable y grave", algo "inaceptable dentro de los términos de entendimiento de las relaciones bilaterales y multilaterales", y ha avanzado que Exteriores está llevando a cabo las gestiones adecuadas para expresar "el disgusto y la reprobación, no sólo de España, sino de la UE y de la comunidad internacional". El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, ha rechazado también las expulsiones, que "no entran dentro de los esquemas de una sociedad democrática ni de respeto a los derechos humanos".

El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha instado por su parte al Gobierno de dejar de "compadrear" con "dictadores bananeros", en referencia a Castro y al presidente de Venezuela, Hugo Chávez. "Dónde está escrito [que el presidente del Gobierno español deba] hacerse el simpático ante un tirano, y lo volvió a demostrar ayer, como Fidel Castro, o ante un desequilibrado [como Chávez]", se ha preguntado hoy Rajoy.

El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, ha señalado en cambio que "la derecha española ha apostado por la provocación, y no por favorecer un proceso de diálogo con Cuba". "Creo que están dinamitando la nueva política de diálogo provocando, en este caso, en unas circunstancias en las que se avanza en Cuba", ha dicho el líder de IU, que ha añadido: "El Gobierno debe mantener una política de diálogo con Cuba, porque es la que es más adecuada".

Algunos de los disidentes políticos cubanos, durante la asamblea que celebran en La Habana.
Algunos de los disidentes políticos cubanos, durante la asamblea que celebran en La Habana.EFE

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