El Pentágono cerrará 33 bases militares para ahorrar 49.000 millones de dólares
La reestructuración es la más importante de los últimos 20 años
El departamento de Defensa de EE UU suprimirá más de 150 instalaciones militares, entre ellas 33 importantes bases, en un esfuerzo por apretarse el cinturón para afrontar los recortes presupuestarios. La medida, anunciada hoy por el Pentágono, supone la mayor reestructuración en una década y propiciará un ahorro de 48.800 millones de dólares en los próximos 20 años, según cálculos internos del departamento que dirige Donald Rumsfeld.
Esta es la cuarta vez que se reduce el número de instalaciones militares desde 1998, reformas que han permitido hasta la fecha ahorrar 40.000 millones de dólares, siempre según el Pentágono. Aunque esta será la reestructuración más importante, la lista de edificios amenazados de clausura no es tan amplia como se barajó en un principio, cuando los analistas vaticinaron el cierre de hasta 165 cuarteles. El motivo es que el Ejército necesitará más espacio del previsto para acoger a las tropas desplegadas en el extranjero.
Los nuevos desafíos
"Nuestro despliegue, diseñado para la Guerra Fría, debe dejar paso a las nuevas demandas de la lucha contra los extremismos y los otros desafíos del siglo XXI", ha afirmado Rumsfeld en un comunicado escrito. La reestructuración, que durará cinco años, comenzará a principios de 2006.
El problema de la reestructuración es sobre todo el de los puestos de trabajo directos e indirecto que se perderán con el cierre de las instalaciones. "Los cambios afectarán a localidades que han acogido a las instalaciones militares durante años, incluso décadas", ha reconocido Rumsfeld. "El departamento trabajará cuidadosamente con estas localidades que se han ganado nuestro respeto y el Gobierno aportará la asistencia económica precisa", ha afirmado el secretario de Estado de Defensa.
Entre los cierres más dramáticos se encuentran los de la base de la fuerza aérea Cannon, en Nuevo México, que supondrá el recorte de 2.700 puestos; la de Ingleside, en Texas, donde perderán su empleo 2.100 personas y la Fort McPherson, en Georgia, que aporta hoy día 4.200 empleos directos. En cambio, otras como la Fort Bliss en Texas o la de Andrews en Maryland crecerán al tender que absorber las tropas en el extranjero cuyas bases en EE UU resulten clausuradas.
Bush tendrá hasta el 23 de septiembre para aprobar o rechazar la lista propuesta. Si la acepta, la decisión pasará al Congreso, donde es prevé un debate enconado. Los representantes de las circunscripciones electorales afectadas por el recorte -sean demócratas o republicanos- se opondrán a buen seguro a una medida en ocasiones vital para sus votantes.
