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Berlusconi se reúne con el presidente de la República pero no le presenta su dimisión

Sus socios democristianos y de la Alianza Nacional habían anunciado que dimitiría con el fin de formar un nuevo gobierno dirigido por él

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha anunciado a última hora de la tarde, después de reunirse con el presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, que no le ha presentado su dimisión, en contra de lo que horas antes habían asegurado que haría sus aliados de Alianza Nacional (AN) y la Unión Demócrata Cristiana (UDC). Según ambos partidos, en la entrevista que mantuvieron a primera hora de la tarde todos los líderes de la mayoría de Gobierno se había acordado que Berlusconi abriría formalmente la crisis de Gobierno, renunciaría y formaría un nuevo Ejecutivo a un año de los comicios generales. Así, la confusión es total, ya que Berlusconi ha sorprendido a sus socios, ha prolongado la crisis al resistirse a dimitir y no ha informado de cómo piensa resolver la situación.

A su llegada a la Cámara de Diputados procedente del Palacio del Quirinal, sede de la Jefatura del Estado, donde se ha reunido durante una hora con Ciampi, Berlusconi ha sentenciado: "No he dimitido". Poco antes, sus socios de la Liga Norte, que han cerrado filas en torno al primer ministro, habían hecho saber, a través del ministro Roberto Calderoli, que aún no hay ningún pacto para que Berlusconi dimita y forme ejecutivo. "No hay ningún acuerdo en la Casa de las Libertades [la coalición en el poder] para la formación de un 'Berlusconi bis', ni sobre el programa ni sobre los ministros que deberían entrar en él", ha subrayado Calderoli. Por su parte, la Jefatura del Estado ha informado de que Ciampi ha aceptado la dimisión de los cuatro ministros de la UDC, presentada la semana pasada.

Esta salida del Gobierno se produjo por discrepancias con la forma de gestionar la derrota electoral sufrida por la mayoría en las regionales frente a la oposición de centroizquierda, llamada La Unión y que lidera Romano Prodi. De este modo, abandonan el Gabinete el viceprimer ministro, Marco Follini, y los titulares de Políticas Comunitarias, Rocco Buttiglione; Relaciones con el Parlamento, Carlo Giovanardi, y Función Pública, Mario Baccini. También renuncian algunos subsecretarios del UDC y del Nuevo Partido Socialista (PSI) que dirige el ex ministro de Exteriores, Gianni de Michelis. Asimismo, Ciampi ha pedido a Berlusconi que acuda "sin demora" al Parlamento, por considerar que ésa es "la sede adecuada para toda aclaración política". Esa comparecencia, prevista para esta misma semana, se presenta llena de incertidumbre, sin saberse a ciencia cierta qué pretende Berlusconi.

Las otras opciones de Berlusconi

El anuncio de la Liga Norte ha tirado por tierra las expectativas en sentido contrario que habían alimentado durante la tarde AN y UDC. Según ambas formaciones, Berlusconi había llegado a un acuerdo con UDC, que se comprometía a volver al seno de la coalición, lo que evitaría a Berlusconi convocar las temidas elecciones anticipadas, como había amenazado con hacer si no se resolvía la crisis. A cambio, Berlusconi dimitiría, paso imprescindible para formar un nuevo ejecutivo según la Constitución italiana. Así Buttiglione anunció que la crisis había "llegado a su fin" y que Berlusconi, hasta ahora reacio a admitir la disolución formal de su Ejecutivo, se disponía a dimitir.

Por su parte, el presidente de AN, Gianfranco Fini, también aseguró que el jefe del Ejecutivo dimitiría para formar un nuevo gobierno presidido por él mismo. Follini subrayó, tras la reunión, la necesidad de declarar la crisis de Gobierno, aunque reiteró su respaldo a que Berlusconi continúe siendo jefe del ejecutivo pero con un cambio bien visible del programa. Este partido exige a Berlusconi que tenga en cuenta los problemas del sur del país, a las familias y a las empresas, así como un plan de competitividad para hacer frente a la depauperada economía nacional. Tras conocer la no-renuncia, la oposición ha reaccionado con duras críticas, como las del líder de los Demócratas de Izquierda (DS), Piero Fasino, quien ha señalado que "la crisis se ha transformado en una farsa indecente, llena de desprecio a las reglas democráticas".

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Además de la creación de un gobierno "Berlusconi-bis", la otra hipótesis que se barajaba y que en todo momento se ha intentando evitar es ir a unas elecciones anticipadas, como había amenazado el primer ministro si la UDC no entraba en razón. La distribución de escaños en el Parlamento no da para muchas maniobras y, necesariamente, Berlusconi requiere que la UDC le apoye en la investidura y firme, junto a Forza Italia, AN y Liga Norte, un programa de Gobierno que le permita llegar hasta el final de la legislatura, en la primavera de 2006. El primer ministro está en el poder desde 2001, con un mandato de cinco años.

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, abandona la Cámara de los Diputados tras su entrevista con el presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, abandona la Cámara de los Diputados tras su entrevista con el presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi.EFE

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